¿Os imagináis una lluvia de cojines? Del cielo comenzarían a caer pequeñas y ligeras almohadas de aire heladas que al caer sobre nuestras narices nos harían sonreír. Eso es lo que pasó ayer en Salzburgo gracias a la nieve.
Los pequeños cristales se unen entre sí para formar copos que contienen aire en su interior. Esas burbujas amortiguan los sonidos y hacen que todo parezca más quieto. Cuando nieva el cielo nos envuelve en un plástico de burbujas gigante que nos aísla del ruido.
Por eso todo es más silencioso cuando acaba de nevar, por eso nuestros pasos suenan más sordos y somos más conscientes de nuestra respiración. El ruido exterior se vuelve borroso y podemos disfrutar mejor del ruido interior.
Y después de un largo día blanco y frío no hay nada mejor que cenarse un Gulasch confortable y calentito.
Gulasch de garbanzos (inspirado en la receta del blog Dinner for One)
Ingredientes (para dos con sobras para el día siguiente):
una cebolla picada
un ajo picado
un par de latas de garbanzos
una lata de tomates en conserva
aceite
sal y pimienta
dos cucharadas soperas de pimentón (el mío era pimentón de la Vera... mmmh)
Se pochan con el aceite la cebolla y el ajo. Cuando ya están pochados, se añade el pimentón y los tomates. Se deja unos 15 minutos a fuego medio y se añaden los garbanzos. Se dejan unos 15 minutos más y se sirve bien caliente con pan de centeno (el mío era centeno 100%, una delicia).
Hoy ha salido el Sol, de las burbujas sólo quedan charquitos y el ruido ha vuelto. El invierno ya se acaba...
¡Salud!
EXACTAMENTE ESE es el tiempo que yo quiero para ponerme las botas de pelo. Y la sopa también es EXACTAMENTE ESA...
ResponderEliminarQué bonita descripción, y qué preciosa imagen :)
ResponderEliminarVaya, me acabo de dar cuenta de que nunca he visto nevar de verdad, sólo he visto la nieve ya caída... no sé si quizá por eso lo tengo tan idealizado, pero me ha dado envidia :P Creo que aún no estoy preparada para el fin del frío...
Qué preciosas palabras... y esa imagen ... en su momento justo...
ResponderEliminarMe gusta el silencio!!!
Tengo garbanzos. Tengo tomate en conserva. Tengo pimentón. En resumen: tengo cena. Muchas gracias por la sugerencia, porque mis cenas son todas "dinners for one" ;-)
ResponderEliminarSaludos!
P.D.- Aquí el aire huele a nieve, pero no acabo de tener muy claro que llegue a caer...envidia me das...
Me encantan tus descripciones, tal cual lo estaba leyendo lo estaba sintiendo. Con tu permiso, me apropio de esas sobras.
ResponderEliminarBesitos muchos
Esa foto es tan bonita como escalofriante!!! :-S
ResponderEliminarEl Gulasch me recuerda a mi madre (le sale de vicio!), le pasaré la recetilla con garbanzos a ver si cuela ;-)
Besitos!
Estupenda manera de expresar la nevada, los copos, el blanco, el silencio. Por un momento nos has trasladado y hemos sentido los copos sobre nuestras narices, el frío y el silencio. Pero después, ya en casa nos has preparado este estupendo “Gulasch de garbanzos”, con unos ingredientes riquísimos, exentos de gluten y además pimentón de la vera. Un buen plato para entonarnos y volver a salir a la nieve, o a observar imagenes tan preciosas como la que has sacado con tu cámara.
ResponderEliminarBesotes,
Ana y Víctor.
cannella, pues nada, dicen que esta semana va a seguir con la nieve... así que si te quieres pasar para estrenar tus botas, ya sabes donde estoy :)
ResponderEliminarakane, nadie está preparado para el fin del frío. A mí me gusta más el invierno que el verano. Hasta a la gente la veo más elegante :D
rosalisabel, a mí también me gusta el silencio. ¿sabes que lo de la foto es el Sol? ¿verdad que parece la Luna?
el náufrago, me alegro de darte ideas para las cenas. ¿en qué isla estás que huele a nieve? :)
marta, uy, pues de las sobras ya di cuenta yo en el almuerzo... pero bueno, preparo otro y listo! :)
boomings, mi madre también hace un gulasch muy rico, más rico que este, que es la versión "rápida" :)
Ana y Víctor, ¡que bonito es compartir mis experiencias con vosotros! ¿Verdad que lo hemos pasado bien? ;)
Besos y abrazos calentitos!!!!
Marona, mi isla es una ciudad de tierra adentro, rodeada por un mar de cereales (en esta época, y después de las últimas lluvias, están verdes, verdes, y el viento al soplar produce la ilusión de olas que recorren los campos...)
ResponderEliminarSaludos!
el náufrago, que bonito mar... casi puedo olerlo.
ResponderEliminarUn abrazo!