encontré un tesoro!

Los jueves por la mañana es uno de mis momentos favoritos. El jueves es día de mercado. Los mercados en Salzburg son fantásticos, tienes productos fresquísimos y muchas veces los venden directamente los productores, así que hay garantías suficientes de "frescor". Un día publicaré un monográfico sobre los mercados de Salzburg...
La única pega es que no hay demasiado pescado fresco. Solamente hay cuatro paradas de pescado, y solo una de ellas es de pescado de mar. Ni que decir que yo ya me he hecho "coleguita" del pescadero en cuestión!!! ;-)
Bueno, pues a lo que iba... vale la pena el jueves por la mañana tener libre y pasearse por el mercado para pasar la mañana. Curiosear en las paradas, observar a la gente, oler las flores y las frutas. (en serio, tengo que hacer YA un monográfico sobre el mercado de los jueves!!!!)
Yo cuando voy al mercado siempre intento encontrar algún tesoro. No siempre se encuentra... pero a veces la vida te pone delante un caramelo, y no se puede dejar pasar la oportunidad. Hay veces que encuentro patatas lilas, o salchichas italianas... o, como ayer, que encontré ¡caballas frescas! Cuando fui al mercado iba pensando en comprar un poco de trucha, pero cuando las vi allí, poniéndome ojitos tiernos no lo dudé ni un momento y me lancé a por ellas. Así que anoche cenamos caballas frescas al horno, para disfrutar de su sabor en todo su esplendor.
¡Ay, con que poquico se conforma una!