Hay productos que cambian de nombre como quien se cambia de calcetines, según la región, país o idioma. Yo soy uno de esos productos.
Mis padres me inscribieron con el nombre de María del Mar y ese es el nombre que consta en mi D.N.I. y en mi pasaporte, pero desde pequeñita toda mi familia me llama Mar (que me parece mucho más bonito).
Cuando iba a la escuela, ignoro el motivo, mi profesor de 4º me comenzó a llamar Marimar y mis compañeros, Mari. Entonces crecí y conocí gente que me llama Mar y Marona, e incluso Maroneta.
Desde que vivo aquí, mis nombres se han multiplicado. La mayoría de las personas de habla germánica tienen dificultades para pronunciar una "r" vibrante al final de una palabra. Así que aquí ya no soy Mar, soy Maa. Los más decididos no dudan en cambiarme el nombre y me llaman María.
En el restaurante italiano donde trabajaba me nombraban por el dulce diminutivo siciliano Mariucha y el periódico llegó durante una temporada a nombre de la señora Marta del Mar.
Y por si todo esto fuera poco, últimamente me han cambiado el sexo llamándome "Mister" Mar y un blogger colega me llama Charo por alguna misteriosa razón :)
En total hacen doce nombres... no está nada mal... ;)
El protagonista de hoy tiene también bastantes nombres, en alemán se le puede llamar Eierschwammerl o Pfifferling, según vivas en el imperio del este o en el del oeste... en español sólo lo conozco por Rebozuelo (¿alguien lo llama de otra manera?), en catalán es Rossinyol, en vasco es Zizahori y en gallego no lo sé, porque no tiene entrada en la Wikipedia... :) ¡A ver si alguien se anima!
Cantharellus cibarius salteados
Ingredientes (para dos):
300 gr de Eierschwammerl, Pfifferlinge, Rebozuelos, Rossinyols, Zizahori...
un chorro de aceite de oliva con romero
medio ajo picado
un chorrito de jerez (o vino blanco, o vemouth...)
un puñado de cebollino picado (o perejil, albahaca fresca...)
sal y pimienta
Se calienta el aceite en una sartén. Se ponen las setas limpias y se saltean a fuego fuerte. Cuando ya casi se ha evaporado el líquido que sueltan, se echa el ajo y el jerez. Se deja evaporar el alcohol del jerez, se añade el cebollino, sal y pimienta al gusto.
Es ideal para acompañar carnes a la plancha, dar cuerpo a una ensalada de judías verdes y cebolletas o como plato único con pasta (si se añade un poco de mantequilla y/o nata líquida en el último momento, queda una salsa para pasta rica, rica...).
Las setas también cuentan como una de las raciones de vegetales de las "5 al día" que recomiendan. Así que, llámalos como quieras, pero cómetelos ;).
¡Salud!
En Valencia se llaman rovellons (valencià) y también los he oído llamar en distintas zonas como rebollones.
ResponderEliminarBesitos!
Helena
En gallego es Cantarela, un nombre muy sonoro, je, je...
ResponderEliminarSon mis setas favoritas... todo un lujo...
En tortilla son deliciosos...
Un saludo...
Cantarela es una palabra preciosa!
ResponderEliminarMe gusta tu receta, la voy a hacer para comerla sobre una tostada y te cuento. Si te gusta la cocina revisa mi blog, soy de Buenos Aires, Argentina.
ResponderEliminarhttp://laboratoriodecocina.blogspot.com/
Un saludo
Carlos
Helena, gracias por la aclaración... aunque yo pensé que los rovellons eran otras setas... ¡lo investigaré más a fondo!
ResponderEliminarDelokos, tienes razón, son un lujo total... por el sabor y por el precio también ;) Se me olvidaban las tortillas y los revueltos de setas! Gracias por recordarlo!
Anónimo, totalmente de acuerdo... una palabra muy linda.
Carlos, gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado la receta.
¡Besos a todos!
Ay, jopelines. Perdón, pero no sé por qué te llamo Charo. Pero esto se dice, chiquilla. Me pones un correo y ya jajajajaja. Ahora mismo te enlazo bien. Aysss, qué fallo. Por cierto, el polo de Campari Orange muy rico y muy erfrischend eh? Saludines :-)
ResponderEliminarPaco, no te preocupes, hombre... si me reí mucho cuando lo vi. Desde entonces el Tonisito me llama "Charito" ;). Ahora lo voy a echar de menos y todo, ains... :)
ResponderEliminarUn petonet!