Los festivales son para el verano. Cada ciudad tiene el suyo y la gente se prepara según el carácter del evento. Para el Sónar de Barcelona la ciudad se llena de modernos con gafas de pasta (¿o ya estaban allí?), en el FIB de Benicássim se ven bastantes rastas... y en el festival de Salzburgo la ciudad se ve abarrotada con turistas, pijos y "gente guapa".
Dentro del festival hay dos cosas que me gustan mucho.
Primero, dentro de los actos de la inauguración hay el Fackeltanz, (la danza de las antorchas) donde bailarines vestidos con traje tradicional hacen un baile en la Residenzplatz alrededor de la fuente. Es muy bonito ver las figuras que forman con las antorchas.
La otra cosa que me encanta del Festival es poder ir a ver ópera y conciertos en una pantalla que colocan al aire libre. Allí se puede ir a ver La flauta mágica o Turandot en tejanos y tomándote un vino si te apetece. Hay el típico ambiente mágico de las noches de verano y (algo inaudito en esta ciudad) ¡se puede disfrutar de un evento cultural gratis!
La receta de hoy está basada en uno de los aperitivos más pijos que se toman en Salzburgo, el Campari Orange, así queda a juego con el ambiente pijotero que se respira estos días en la ciudad. Es bastante caro porque se suele preparar con zumo de naranja natural. Me inspiré en la receta del blog Café Fernando pero he hecho la versión para vagos, en vez de un sorbete, polos.
Polos de Campari-Orange
Ingredientes (para cuatro polos)
400 ml de zumo de naranja
50 ml de azúcar
50 ml de Campari
un chorrito de zumo de limón
Se pone en un cazo el zumo de naranja, el de limón y el azúcar. Se calienta hasta que el azúcar se haya disuelto completamente. Se cuela y se deja enfriar. Cuando ya está frío, se añade el Campari, se pone en los moldes y se congela. ¡Listo!
Si se quiere hacer el sorbete, se debe ir sacando cada media hora del congelador y removerlo hasta que esté congelado. O si se tiene suerte y se posee una máquina de hacer helados, se usa y ya está...
Pues eso, para estar a tono con el paisaje urbano de estos días, me tomo un polo pijo... y, como dice mi amigo Gonzalo Absoluto, ¡tía, ponte el chal, que nos vamos de festival!
¡Salud!
Hale, ya te he cambiado el nombre. Qué envidia lo del festival. Pero nosotros también podemos ir a la Rathausplatz para ver ópera y eso mientras comes una paella (infame, por cierto). La ópera está enlatada, pero...:-)De todas maneras, no sé por allí, pero hoy hace mucho fresquete.
ResponderEliminarSaludines
El verano pasado estuvimos en Viena y pudimos ver lo de la ópera en la Rathausplatz...¡madre mía, que gentío! La paella no tuvimos el gusto de probarla :)
ResponderEliminarSí, por aquí también está haciendo fresquete... el tiempo está verrückt!
Besis!