Volví de España con la maleta llena de encuentros con viejos y nuevos amigos, risas, muchísimo cariño, algunas sorpresas estupendas y una pequeña indigestión.
Mi esperado encuentro con uno de mis viejos amigos
Hacía casi un año que no bajaba por tierras españolas y esta vez me he sentido un poco rara, como si fuera extranjera en mi propia tierra. Una de las cosas buenas que tiene vivir en el extranjero es que la rareza se te da por supuesta y cuando te sientes así en tu propio país es muy inquietante. De todos modos creo que poder ver la propia cultura con ojos de extranjero me ha enriquecido mucho, ya que cosas que antes daba por supuestas, ahora ya no son tan “normales” y me las cuestiono.
Cuando vuelvo de España paso unos días triste. Por la morriña y porque me da mucha rabia y pena ver cómo la gente está enfrentada por temas como la lengua (que tendría que servir para comunicarse, creo...) y cómo se está destrozando el país a base de construir sin límite. No me gusta que me den envidia los austríacos quienes sea cual sea su color político, por encima de todo, quieren proteger y cuidar su tierra.
También paso unos días con las digestiones un poco pesadas, después de tanto marisquito, jamoncito y otras delicias, el hígado me paga factura, ains...
La indigestión la combato con comidas a base de verduras fáciles de digerir, y la melancolía a base de comer hidratos y vitamina D. Ya sé que los hidratos y las vitaminas no van a arreglar el mundo pero me ayudan a cambiar el color de las gafas con las que lo miro.
Boloñesa vegetariana
Ingredientes (para 4)
aceite de oliva
sal y pimienta
una pizca de azúcar
una cebolla mediana
un par de dientes de ajo
un manojo de verduras para el caldo (zanahoria, chirivía, puerro, apio, nabo)
una taza de lentejas rojas
un chorro de vino
una lata de 400gr. de pulpa de tomate
un puñado de hierbas aromáticas al gusto (orégano, albahaca, tomillo...)
Se pica la cebolla y el ajo y se pone en una sartén con el aceite a pochar con una pizca de sal y pimienta. A continuación se pican a daditos pequeños el resto de las verduras y se añaden al sofrito. Una vez rehogadas, se echa el vino, se deja evaporar el alcohol, se añade la pulpa de tomate, una pizca de azúcar, las hierbas aromáticas y la misma cantidad de agua que de pulpa. Se deja cocer unos 15 minutos. Se añaden las lentejas y se sigue cociendo unos 10 minutos, o hasta que las lentejas estén tiernas pero no deshechas.
Se sirve sobre unas patatas asadas, pasta recién hecha o una tostada de pan rústico (chute de hidratos del buen humor) con un buen puñado de queso parmesano rallado por encima (ración doble de vitamina D anti-melancolía).
¡Salud!
Hola!!! Bienvenida de vuelta a esta tu e-casita!! Chica, ponte cómoda, quítate los zapatos y ponte las pantuflas :)
ResponderEliminarNo sabes cómo te entiendo todo lo que dices de ser un poco extraño en tu tierra, de ver las cosas con otros ojos, con algo de tristeza... y luego volver y coger el tren del aeropuerto a casa pensando cuál es tu casa...cosas raras... esta España que nos están destrozando, sí hija... yo llevo ya 4 meses aquí y sigo flipando, soy demasiado del norte en el sur y demasiado del sur en el norte, ¿te suena? :)
Venga!! Pon extra de parmesano para todos!!
Jo, por fin! Echaba de menos a la Marona electrónica (a la real la echo demenos casi siempre). Es verdad que somos un país, cuanto menos, curioso, sino decididamente raro de cojones. En fin, podría decir que es parte de su encanto, aunque últimamente me cuesta encontrárselo, incluso estando aquí. Bueno, abreviando, bienvenida a tu casa virtual, esta sí está hecha a tu medida y da igual dónde estés, no? :) Beso!
ResponderEliminarNada de llantos ni melancolía. Disfruta de los dos mundos. Además, ver con ojos de turista tu propia tierra también tiene su encanto. De exiliada a exiliada. Oye y que te quiten lo bailao que ya veo que aprovechaste muy bien el tiempo :)
ResponderEliminarNo sabes como echaba de menos tus recetillas!!! Me encanta que hayas vuelto. Besitos muchos.
ResponderEliminarQué alegría verte de nuevo por aquí!
ResponderEliminarTranquila, que los que estamos por Barcelona seguiremos cuidando del Mediterráneo...
Un petonet
¡¡Qué bien que estés aquí otra vez!! Se te echaba de menos ; )
ResponderEliminarBienvenida de nuevo! Me uno al club de los que te echábamos de menos!
ResponderEliminarEspero que hayas restaurando tus problemas con Internet y en cuanto a la morriña... normal hija mía.
Lo bueno de ser de un país y vivir en otro es que te quedas con lo mejor de ambas culturas :-)
Ah y yo también quiero mucha vitamina D de esta, ve preparando recetillas ;-)
Un besito
Ya era hora de que volvieras con tus receticas y tu buen humor. espero que el higado vuelva a su ser pronto y que en nada te acuerdes solo de lo bueno que has disfrutado en tu estancia y de todo el carino de los tuyos que estarian encantados de verte.
ResponderEliminarUn abrazo
Ibán, ains... que cosas más raras nos pasan a los expats ;) Marchando una de parmesano doble!!!!
ResponderEliminarAlbaAl final va a ser verdad que Spain is different... jejeje... a ver si nos arreglan el interné y podemos hablar más a menudo...
guru, pues sí, fue un tiempo muy bien aprovechao, la verdad. La morriña me dura unos días no más, después vuelvo a la carga. :)
marta, gracias preciosa!
rubensito, ains... si todo el mundo lo cuidara como tú... por cierto, enhorabuena por el premio.
milcolores, ya veo que tú también has vuelto a la carga después de la pausa pintora... voy a ver que se cuece por tu cocina...
boomings, ¡que viva la vitamina D! Es la que se "chupa" tomando el Sol o comiendo quesito curado. Aquí está nevando, así que le doy al Parmesano!
dalia, el hígado va volviendo a la normalidad y ya vuelvo al ataque con mis paranoias y mis experimentos.
Muchísimas gracias a todos por vuestra paciencia y por estar ahí. Me ha encantado leer vuestros comentarios.
Besotes!!!!!