Uno de los libros que he leído este verano es Alone in the Kitchen with an Eggplant. Desde que me enteré de su existencia que tenía muchas ganas de leerlo y no me ha decepcionado en absoluto.
En él, diferentes autores explican de manera amena y divertida sus peripecias cocinando para sí mismos o comiendo solos. Hay historias para todos los gustos, desde quien odia comer solo hasta la madre de familia que anhela tener una noche de cena solitaria.
El libro me ha hecho pensar en qué es lo que yo como y cocino cuando estoy sola. Cuando empecé a vivir sola fue cuando realmente comenzó mi gusto por la cocina. Quería probarlo todo, hacer todas las recetas. Desde que el Tonisito se mudó conmigo ya no ceno sola, pero la mayoría de los días sí que almuerzo sola. Y me gusta. No sólo cocinar para mí, también comer sola en restaurantes o cafeterías y observar a la gente, disfrutar del tiempo...
Cuando cocino para mí, suelo hacerme ensaladas o sopas. Y no tengo grandes rituales, acostumbro a comer (¡sacrilegio!) leyendo recetas en blogs y webs de cocina.
En este caso, la ensalada está tuneada con brotes variados
Mi ensalada estrella suele ser la de tomate, mozzarella y albahaca fresca aliñada con aceite y vinagre balsámico. Pero admite muchas variantes según la temporada y el humor. A veces le añado tomates secos picados, olivas, brotes de alfalfa o sardinillas en aceite, otras veces sustituyo la mozzarella por aguacates maduros y una pizca de guindilla, y algunas veces he sustituido el tomate por remolacha fresca y un chorrito de limón.
Crema de coliflor con eneldo fresco y pimienta
Las sopas que más me gustan son las cremas de verdura, sobretodo cuando empiezan los fríos. Facilísimas: cebolla pochada en aceite, las verduras que se tengan por la nevera en daditos (coliflor, calabacín, puerro, zanahoria, calabaza, nabo, chirivía... se admiten todas las combinaciones), se cubren con agua o caldo, 15 o 20 minutillos de chup chup, se tritura todo y voilà! ¡a comer!
Normalmente las enriquezco con una cucharada de yogur, nata agria o aceite de pipas de calabaza y les pongo tropezones de jamón, backerbsen (guisantes de pan tostado), queso rallado o pipas. A veces voy a lo simple y con unas hierbas aromáticas picadas y pimienta ya me conformo.
Pan integral de trigo y avena
Lo imprescindible para mí en todas estas comidas solitarias es el pan, ya sea tostado, de semillas, crujiente o crackers, no puede faltar en mi mesa. Soy una "panarra" de cuidado.
De postre, me encantan las frutas. Un plátano con dátiles o una manzana a rodajas untada de mantequilla de cacahuete (ya sé que suena a "marranada" yanqui, pero está buenísimo) es mi colofón favorito.
Y a vosotros, ¿qué os gusta comer o cocinar cuando estáis solos?
HOLA, ese libro suena interesante, habra que buscarlo...
ResponderEliminarsaludos desde México.
Hola Marona!
ResponderEliminarNo me gusta nada comer sola, o sea que para mí sola cocino lo mínimo... algo a la plancha, una ensalada o una crema de verduras como mucho.
En cambio, solamente que seamos dos a comer ya me apetece cocinar algo más elaborado.
Un beso!
jejeje somos parecidas en lo de comer leyendo blogs y recetas de cocina! ;)))
ResponderEliminarpeeeeeero en lo de cocinar pa mi sola como que no, yo tambien soy las del minimo esfuerzo sola y luego sacar la artilleria cuando viene a comer mas de uno ^_^
¡Qué ganas le tengo a ese libro!
ResponderEliminarHola te cuento que igual que vos cunado como sólo lo hago cerca de la computadora, leyendo artículos relacionados con la gastronomía, del libro ni sabía que existía, también comparto tu gusto por esa maravillosa ensalada.
ResponderEliminarUn beso
A mi comer sola me deprime. Me hago cualquier cosa rapidita con tal de que el tiempo pase lo mas rapido posible. Ahora, con compañía, podría pasarme horas de sobremesa
ResponderEliminarPues yo vivo sola así que es mi pan de cada día... Voy a tener que comprar este libro porque precisamente el preparar las comidas para una es la única cosa que llevo mal de mi vida independiente. Me cuesta preparar algo que vaya más allá de la plancha.
ResponderEliminarY lo que odio por encima de todo es comer sola en un lugar público. Antes me compro algo y lo como en la oficina o en casa, me siento mal...
Un besito!
paola, bienvenida a mi casita! si tienes la oportunidad de leerlo, es un libro muy entretenido.
ResponderEliminargemma, para mí sola cocinaba mucho cuando vivía sola. Ahora me cocino cosas más sencillas.
neko, ¡menos mal! pensaba que era una cosa de ingleses y nórdicos que no saben comer ;)
guru, pues ¡Al ataqueeeerl! que es muy divertido. Se me hizo muy fácil de leer pese a que está en inglés.
carlos, mira, pues ya podemos montar el club de los que comen mientras navegan... :)
marta, hombre, depende del estado de ánimo, pero a mi en general no me desagrada comer sola :)
boomings, pues a mi sí que me gusta ir a una cafetería o a un restaurante y comer yo sola. nunca he probado ir a cenar, supongo que es diferente... pero al mediodía me gusta. :)
Gracias por vuestros comentarios. Veo que está bastante extendido eso de cocinar para los demás y comer en compañía... cuando leáis este libro os convencerá, ya veréis... :)
Besos!!!!
Hola Marona,
ResponderEliminarsolo quiero decirte que me encanta tu blog, sera porque soy un poco como tu: me encanta comer, cocinar y ademas soy de Mallorca y vivo en Holanda.
Te seguire leyendo.
Passa-ho be!
Marian
Benvinguda Marian!
ResponderEliminar¿qué tal la cocina holandesa? En abril os debéis poner las botas con espárragos con salsa holandesa... ;)
Petonets!
Pués a pesar de que me encanta cocinar, nunca he preparado ningún plato especial para mi sola, siempre voy a lo práctico y rápido, y además como siempre estoy a dieta pués imagínate, verdura o ensalada y carne o pescado a la plancha. Me gusta cocinar para los demás, para mi me como cualquier cosa. Que triste.
ResponderEliminarNo creo que sea triste... es mucho más placentero compartir lo que se cocina que comérselo en plan "Juan palomo". pero cuando no queda más remedio...aprovecho para hacerme cosas que no le gustan al Tonisito. :)
ResponderEliminarBesis!
Ciertos rituales me calman y llenan a la vez, uno de ellos es comer voluntariamente sola, ponerme alguna música especial que invada toda la casa mientras preparo algo sencillo en bandeja.
ResponderEliminarEso sí, nunca serán guisos ni nada muy elaborado, a menos que parta de algo que previamente haya por la nevera. Suelen ser ensaladas con aliños varios de yogur, montaditos, purés adornados o picoteos simples pero que me entren por los ojos. Quizá algún rehogado de verduras, fideos chinos. Presto mucha atención al color y me gusta ponerme una copa de vino que, normalmente, no me termino. Imprescindible también el pan.
Se trata con el mínimo esfuerzo conseguir el mayor placer, disfruto siendo consciente de los movimientos, de las elecciones y de mis sensaciones.
Me reconcilio conmigo misma.
Leo, hago planes, y a cada mordisco me siento más fuerte.
Cuando como sola como hábito es muy diferente. Y en locales públicos no me gusta, salvo a la hora del desayuno.
No por lo que implique la soledad sino porque soy muy vergonzosa, jugar con cuchillo y tenedor en público me da cierto pudor. Supongo que porque comer fuera siempre ha sido un acto lúdico que ha estado acompañado de risas y charlas (hablo hasta por los codos y como muy muy despacio) que me hacen olvidarme totalmente de los cubiertos, nunca tuve que hacerlo por obligación.
Probaré un día de estos por puro placer solitario a ver si no se me cae el cuchillo ni me derramo el agua. Ahora que lo pienso, me apetece.
Un saludito
jajajjajaja, acabo de darme cuenta que este post es del año pasado.
ResponderEliminarEntré directamente a través del buscador, y curiosamente me abrió como primera opción este tema antiguo.
Bueno, aunque totalmente trasnochado, ahí queda mi comentario.
Igual un saludo
¡Buenos días Adormidera! Gracias por el comentario, no importa que sea en un post de hace algún tiempo, están ahí para eso :)
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante. Si no has leído el libro, te lo recomiendo, es muy divertido.
A mí me encanta almorzar sola en un restaurante, pero nunca he cenado sola en un lugar público... es como tu dices, algo más social y lúdico. Aunque la gente aquí no se corta en ir sola a desayunar, comer, cenar, merendar o lo que se tercie.
¡Feliz día!