La primavera siempre me da la impresión de que va muy deprisa. El invierno pasa leeeento, como aletargado, y cuando llega la primavera todo despierta de golpe y pasan las cosas aceleradas. Los acontecimientos en primavera se amontonan, se atropellan y pasan casi sin que te des cuenta.
Así mismo tengo la impresión que pasa con las temporadas de alimentos. La frutas y verduras de invierno tienen temporadas muy largas mientras que las de primavera, a la que te descuidas, ya se te ha pasado y ni siquiera te ha dado tiempo de probarlas.
Mientras esperamos que algún día el de ciencias nos explique la teoría de las estaciones y la gravedad, yo voy cocinando con ruibarbo, vaya a ser que se me pase el arroz. Esta vez en salado, para dar ideas a las que no se acaban de llevar bien con él.
Cerdo con salsa de ruibarbo (inspirada en la receta de Jamie Oliver)
Ingredientes (salsa para cuatro, carne para dos)
400 gr. de ruibarbo
2 dientes de ajo
una guindilla fresca sin las pepitas
un pedazo de jengibre
cilantro en polvo
canela en polvo
cuatro cucharadas soperas de miel
cuatro cucharadas soperas de salsa de soja
400 gr. de carne de cerdo para guisar cortada a dados
aceite de oliva
cilantro fresco para servir
Se trituran todos los ingredientes juntos excepto el cerdo y el aceite. Se reserva la mitad de la salsa para otra vez.
En una cazuela que pueda ir al horno se pone el cerdo, la mitad de la salsa y agua hasta que quede todo cubierto.
Se cuece en el horno precalentado a 180ºC una hora y media, o hasta que la carne esté tiernita.
Cuando ya está hecho, se saca del horno y se fríen los trocitos de carne escurridos de la salsa en una sartén con aceite hasta que queden dorados.
Se sirve calentito, cubierto de la salsa, espolvoreado con el cilantro fresco y acompañado con arroz, pasta o mucho pan para mojar.
Yo opté por unos fideos japoneses de trigo sarraceno y unas espinacas al vapor.
Queda picante, ácido, dulce y especiado, todo un festival de sensaciones para el paladar. La melosidad de los fideos le da un contrapunto fantástico.
¡Salud!
Verás es que yo......snif, snif no encuentro ruibarbo por aquí.... buaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!(imaginar cuando lloran en los dibujos animados con las lágrimas saltando hacia los lados y la boca muy abierta...). Besotes!!!!
ResponderEliminarUy, fíjate que aunque esté presente mi "amigo" se me ha hecho la boca agua, la canela, el cilantro y la miel... y todo sobre tallarines de soba, casi me imagino el sabor, con el toque del bárbaro ruibarbo. Corre, corre que en junio se acaba .... ¡qué pena, no? (jeje, ironía o mala leche?). Ahora en serio, ¡es una receta estupenda!
ResponderEliminarYa te digo, a mí se me está pasando el mes sin actualizar el blog, y quería haber escrito sobre el ruibarbo, y los espárragos, y las fresas, y... En fin, a ver si tenemos casa pronto y me 'estabilizo' un poco ;D
ResponderEliminarPor cierto, bonito mantel.
La primavera pasa muy rápido... y qué me dices del verano! Empieza y termina en un abrir y cerrar de ojos, porque son estaciones que disfrutamos... y mucho!
ResponderEliminarLa cocina oriental no es mi fuerte, pero este cerdo tiene muy buena pinta!
Petonet :-)
MMH marona, està muy bueno este plato, yo solo habia probado el ruibarbo en mermelada y chutney, acà no suele conseguirse en las verdulerìas, la conjunciòn de azùcares, sal, especias , carne y pastas en este plato es muy atrayente.
ResponderEliminarCuriosa doble cocción de la carne...mmm, tiene que estar bien rico y sugerente. Qué cosas más ricas y nuevas, Marona!!!
ResponderEliminarRuibarbo... dónde estás? Por qué te llevas tan mal con Murcia?
ResponderEliminarU_U
He llegao hasta aqui y me encantaaaaaaaaaa, me chifla todo tu blog, tus recetas, tus fotos, estoy pegadita a la pantalla escudriñando todos los rincones, jjejejejeje
ResponderEliminarNo me hago a la idea del sabor del ruibarbo.............. tendre que buscarlo.
Enhorabuena por tu blog y con tu permiso, sigo curioseando.
Besotes calurosos del levante
Tienes toda la razón, esto es visto y no visto, lo mejor del año, Mayo y Junio, y ya casi Mayo está quemado. Fíjate que en este momento aquí en Valencia tenemos una tormenta impresionante. No se cuándo vendrá el calor pero ya luego no se puede soportar. Así que es lo que tú dices, esa temperatura tan dulce de la llegada de la primavera pasa en un pis pas. Respecto al ruibarbo, después de que hice la mermelada me dijeron que no hay que abusar de él que se come el esmalte de los dientes, te lo digo por si te preocupa jajjajaja.
ResponderEliminarTu receta me da que debe estar buenísima, qué dice el Tonisito de la cocinera???.
Un abrazo.
Ana
salvia, mmmh... ¿y cómo lo tienes para plantar semillitas?
ResponderEliminarNoema, a lo mejor lo que tienes es que darle una oportunidad en salado y os hacéis amigos para siempre.
Ka, el mantel lo compré en Munich, jejeje. Y tranquila, a mí me pasa a menudo como a ti, que quiero explicar tantas cosas que no me da tiempo y se "caducan" :(
Boomings, la teoría del Tonisito va por otros derroteros pero también dice que la primavera y el verano son las estaciones más cortas del año.
cibercuoca, me alegro de que te guste.
Mar, la primera cocción lo hace tierno y la segunda lo carameliza y está... mmmmh...
Akane, sí, allí no hay ruibarbo, pero aquí para encontrar sardinas te las ves y te las deseas... :)
poskito, ¡hola! ¡bienvenida! me alegro de que te guste, tengo mucha ilusión por el blog y me hace mucha ilusión que la gente me diga que le gusta :) Gracias :)
Ana, este mayo está siendo muy bonito para el Mediterráneo español... me gusta ver que vuelve a estar todo verde y fresco.
Tendré en cuenta lo del esmalte :S aunque tampoco como muy a menudo, la verdad, la temporada es tan corta... aish...
El Tonisito es un resignado conejillo de indias :D:D:D Cuando sale bien aplaude y cuando no sale tan bien lo lleva con dignidad :D
¡Gracias por comentar y besitos mil!