La mañana llegó

Yo antes por las mañanas me parecía mucho a la chica rubia. Pero curiosamente cada vez más me parezco al señor de la corbata.

El año pasado tenía una clase en una empresa que comenzaba a las 7h, este año la tengo a las 7.30h. Eso quiere decir que me tengo que levantar alrededor de las 5.30h. Cuando suena el despertador quiero morir, pero después de una ducha y un buen desayuno tengo ánimos para disfrutar de las calles recién puestas, el sol aún bajito reflejándose en la Untersberg y los pajaritos que me acompañan hasta la puerta de la empresa en cuestión.

El desayuno que quiero presentar hoy cumple los requisitos de los desayunos saludables de este mes, es decir, lleva leche en sus ingredientes, pero también tiene las características que necesito en un desayuno de las 6 de la mañana: se puede preparar la noche anterior y se puede comer de un solo bol con una cuchara sin pensar demasiado. Lo de la taza no es un café, porque tan temprano esa bebida no me entra...

Arroz con leche y té verde



Ingredientes (para uno)

media taza de arroz integral cocido
una taza de leche
una cucharada de azúcar muscovado
un puñado de frutas de temporada (ahora, fresas)
una bolsa de té verde con equinácea y ginseng
una taza de agua hirviendo

Se pone el arroz, la leche y el azúcar en un cazo y se deja hervir suavemente removiendo hasta que quede espesito. Se deja enfriar toda la noche.
Al día siguiente se pone la kettle al fuego y se prepara el té en la taza de las naranjas (imprescindible para mi energía matutina). Mientras, se trocean las frutas a trozos pequeños y se ponen encima del arroz con leche.
¡Que aproveche!

Ya sé que es un poco extraño arroz con leche para desayunar, pero pensándolo fríamente, no es más que leche con cereales ¿no?

Y vosotros, ¿a cuál de los dos personajes os parecéis más por la mañana?

¡Salud!