Ayer no podía dormir. Daba vueltas en la cama, y entre vuelta y revuelta me acordé de algo que me ayudaba a dormir cuando era pequeña y tenía miedo a la oscuridad: el concurso del cuento más bonito del mundo. A eso jugábamos mi madre y yo en mis noches en blanco. El evento consistía en que durante la noche, si tenía miedo y no podía dormir, debíamos inventarnos un cuento para explicárnoslo al día siguiente camino de la escuela. Eso sí, la única condición era que no podía haber nada malo o feo en el cuento, todo tenía que ser bueno y bello. Y así empezó todo...
Érase una vez una
una bella dama una bella flor. Era pequeña y venía de la vera del Mediterráneo. El sol le había dado su color violáceo y el viento su aroma
penetrante tan especial. Las demás flores
se reían de ella y se tapaban la nariz la admiraban con una chispa de envidia por su olor tan
raro peculiar. A pesar de todo, la flor
estaba triste buscaba su lugar en este mundo. No sabía para qué podía servir hasta que un día una
vieja bruja gruñona simpática joven la tomó y...
Panna cotta de lavanda, receta e inspiración para las fotos en casa de Ilva. Así se acababan casi todos mis cuentos, siempre quedaban incompletos porque me dormía antes. Pero camino al cole por la mañana mi madre me explicaba el suyo, que siempre era el ganador.
¡Salud!
que maco..............
ResponderEliminarOoohhh! Qué bonito el cuento y qué especial la panna cotta!
ResponderEliminarsensacional.
ResponderEliminarY preciosa fotografía.
Si es queeee...eres especial, como la flor de lavanda :-)
ResponderEliminarY esa panacotta debe estar deliciosa.
Has vuelto a jugar con tu madre? Seguro que ahora le ganabas :)!!
Un abrazote muy achuchao.
Gebirg
A mi m'encanten els contes, ja he començat a contar-li alguns a l'Amapola, pero com encara és petita, no triga molt en está interesada per d'altres coses.
ResponderEliminarJo escric alguns contes també i en França tinc publicat un petit llibre amb alguns contes.
per cert, una recepta molt original, gracies
Lo he leído con una sonrisa en la boca :)
ResponderEliminarTe ha quedado precioso todo. La foto ya ni te digo, muy acorde con el texto.
Un beso
Estic molt trista Mar, tenía un espígol que cuidava i mimava des de l'any passat, fa un mes va començar a florir per primera vegada en la seva vida, fa una setmana, la calor l'ha matat i jo m'he endut un dels disgustos més grans de la meva vida... Molts petons nina.
ResponderEliminarNúria, gràcies :)
ResponderEliminarNoema, bueno, el cuento no lo conseguí acabar ;) pero la panna cotta sí que me la acabé... jujujuju
Nélida, gracias, Ilva siempre inspira preciosas fotografías :)
Gebirg, ¡ay! ¡qué alegría leerte! Pues nunca he vuelto a jugar con mi madre a esto, pero es que ella es imbatible. ¡un abrazo!
Eloi, ostres, ets un "cuenta cuentos" autèntic... respecte!, jo sóc molt dolenta per inventar-me contes, m'adormo jo mateixa... jejejeje
manzana, cuando me acordé de este juego yo también sonreí, a veces las ideas más simples son las que mejor resultado tienen :)
La cuina vermella, ains, quina llàstima! a nosaltres les tomaqueres se'ns estan posant grogues per falta de sol, si es que mai no plou al gust de tothom!!! una abraçada ben grossa!!!
¡Gracias por los comentarios y un beso bien gordo a todos!