domingo, 29 de enero de 2017

Un nuevo año nuevo

Siempre espero que sea en enero cuando empiecen las rutinas, el orden, que la vida vuelva a tener un ritmo, pero nunca pasa. Este año tampoco ha pasado y voy a tener que esperar a febrero para intentarlo.

Tengo ganas ya de que sea febrero.

Tengo ganas de celebrar el día de la marmota y no sólo porque tengo la esperanza de que los vecinos por fin quiten las luces de Navidad del balcón (creo que están llevando a rajatabla lo de no quitarlas hasta la Candelaria), también porque creo que a partir de ahora ese va a ser mi día de año nuevo oficial.

Como el año pasado, tengo ganas de sentarme con Sharon a diario para encontrarme con su voz ronca que me ayuda a concentrarme en una sola respiración, ir hacia adentro.

También tengo ganas de volver a participar en Febrero sin Edulcorantes. El año pasado Victòria me hizo encontrar en el caos un momento diario para observar. Tomar esa foto me ayudó a mantenerme cuerda y a conectar con el aquí y ahora.

Tengo ganas de ponerme a preparar el cumpleaños de la Marmota. En abril la Marmota celebrará su décimo aniversario, así que me gustaría hacer alguna cosita, ya tengo las ideas, ahora "sólo" me toca ponerlas en práctica.

Y, ¡cómo no! quiero acabar con el (ya tradicional) cubo de cinco kilos de naranjas sanguinas, hacer mucho zumo y comer tan a menudo como pueda esta ensalada.


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No puedo llamarla receta, es demasiado sencilla. Es una base de hinojo cortado fino mezclado con naranjas en rodajas, todo aliñado con aceite de oliva y sal. A veces le pongo algunos brotes de berros, brècol o rábanos, otras unas aceitunas griegas, si me siento festiva le añado un poco de granada (y así puedo apellidarla "de Navidad") y últimamente le añado aguacate, así me aseguro de que los marmotillos también pican un poco.

La saco para acompañar platos de bacalao, patatas o risotto porque me encanta el contraste de lo cremoso con el frescor crujiente de la ensalada. Es imprescindible servirla con un buen pan en el bol más bonito que se tenga, y si es azul mejor ;-)

¡Salud!

P.D. Muchísimas gracias a todos por vuestro cariño y empatía en el último post (aquí, en Instagram y en Facebook). De verdad que me he sentido muy arropada y querida. ¡Muacks!

4 comentarios:

  1. Pues no se me había ocurrido poner el hinojo en una ensalada. Habrá que probar.

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  2. Muy curioso lo que dices sobre el mes de enero. No recuerdo si otros años me pasó, pero éste si que soy consciente de que le mes ha pasado sin ritmo, con las rutinas cogidas por alfileres, como si aún no hubiese empezado la vida...

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    1. Enero, entre que la primera semana no cuenta y que luego tenemos "jet lag" y tenemos que volver a adaptarnos a los horarios de comidas de aquí, es como si se pasara de manera provisional, esperando a encontrar el ritmo.

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