domingo, 30 de julio de 2017

Pequeños rituales de mitad de verano

Desde que empezó el verano estoy intentando que me cale, empaparme bien de ese espíritu ligero, divertido y perezoso que llegó el 21 de junio. A veces me tira demasiado el moño y aprieto demasiado las mandíbulas, pero en general, cuando noto algo que se tensa, pienso "¡Ey! ¡Que son vacaciones de verano!" y relajo. Pienso en lo mucho que hay que celebrar, hago todo lo que puedo para sentir que cada encuentro, cada comida es una pequeña celebración: del fin del curso, de las primeras frambuesas del jardín, del comienzo de las vacaciones... A veces simplemente poner unas flores en la mesa es lo que marca la diferencia.



Intento dormir mucho (todo lo que puedo, todo lo que me dejan, siestas incluidas), no tener mucha prisa ni ser muy cuadriculada con los horarios. Por eso también nos sentamos en el balcón al anochecer a observar los vencejos compartiendo una Radler.

Comemos melón y sandía a kilos, cerezas y melocotones. Pero lo que más comemos son helados, de todo tipo y de todos los tamaños. Desde los caseros hechos con frutas trituradas y yogur, hasta los más baratos (en todos los sentidos de la palabra) del chiringuito del Gänsehäufel.

Leo lento, a veces dejando pasar incluso días enteros entre capítulo y capítulo o entre artículo y artículo. Quiero saborear cada frase y no atragantarme.

Los viernes que no hay tormenta empaquetamos ensalada, tortilla, baguette, queso y fruta y cenamos en el jardín del barrio. Siempre hay alguien regando o llega alguien a cosechar tomates que prueba un poco de nuestra tortilla, charlamos un rato y chapoteamos en la charca de plástico.



En la cocina hay un par de recetas que me tienen obsesionada. Una es desayunar crepes con una capa de queso de untar, gajos de melocotón bien maduro, un puñado de arándanos y un chorro generoso de sirope de arce. La otra es tzatziki con patatas nuevas cocidas.

No es una receta complicada, pero si se quiere un tzatziki cremoso es imprescindible escurrir bien el pepino. Si por lo que sea (pereza, por ejemplo) se deja de hacer este paso, más vale que lo llames sopa y lo sirvas con cuchara. También es imprescindible el yogur griego más cremoso y con un contenido en grasa muy alto. El resto, ajo, hierbas, aceite... es optativo, pero esas dos son para mí las claves de un buen tzatziki.

Tzatziki de fiesta de final de curso



Ingredientes

una taza de yogur griego
un pepino mediano
ajo al gusto
un puñado de eneldo fresco
aceite de oliva
sal

Pelar (o no) el pepino y rallarlo grueso. Dejarlo escurrir bien en un colador fino apretándolo con una cuchara o en un trapo de cocina limpio hasta que quede lo más seco posible.
Mezclar el pepino escurrido con el yogur, el ajo y el eneldo picados y aliñar con sal y aceite.
Reposado queda mejor, porque le damos tiempo al ajo a impregnar hasta la última gota de yogur con pepino, pero se puede comer inmediatamente.

Es tan simple que no entiendo cómo no se me había ocurrido antes. Patatas cocidas con piel, abiertas por la mitad, tiernas, harinosas, aún humeantes y una buena cucharada de la crema ácida, refrescante, con el gustito de ajo que la convierte casi en un alioli. Podría alimentarme de eso el resto del verano... bueno, y de sandía... y de helados.

¡Buen verano!

8 comentarios:

  1. Es lo que tiene el verano...
    En este momento mi hijo está descorazonando cerezas para hacer mermelada. Es bastante probable que del montante final salve unas cuantas para hacer una pequeña tarta rústica y rechupeartnos los dedos. En la nevera, arándanos y moras. Sandía. Y, como tú, montañas de helados. Hoy hemos hecho de arroz con leche!!!! :)
    Un abrazo caluroso de verano...

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    1. ¿Helado de arroz con leche? Ay, ya me has dado una nueva obsesión 🤤

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  2. Ah, el tzatziki... yo le pongo menta. La próxima probaré con el eneldo a ver qué tal ;)
    Cómo mola el jardín de tu barrio ¿no?

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    1. El jardín de mi barrio mola mil, estamos muy contentos de poder formar parte. Hemos conocido a gente muy maja allí 😊

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  3. Muchas gracias por esta receta. ¡me encanta el tzatziki! ¡qué bueno tener los pasos para poder hacerlo bien!

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  4. Ei marmota! que post tan gustoso y que sabor a verano transmites. Me inspira esa lentitud de las cosas bien hechas y bien disfrutadas, creo que voy a intentar imitarlo un poco para combatir mi obsesión por el paso tan rápido de los días. Un abrazote!

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    1. La verdad es que me está encantando nuestro verano, a pesar de toses, obras y electrodomésticos estropeados :-)

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