lunes, 9 de julio de 2018

12 pequeños cambios: hecho en casa, hecho a mano

Otra vez tarde, pero aquí estoy explicando cómo ha ido en junio y lo que pretendo en julio. Basta con que me plantee que no voy a mirar tanto el móvil para que lo mire mucho más que el mes anterior, pero una cosa es cierta: cuando he usado pequeños trucos para resistir, lo he conseguido. ¿Qué trucos me han funcionado muchas veces (que no todas)? Ponerme un límite de tiempo (5-10 minutos) cuando me descubro navegando sin rumbo, dejar el móvil en casa cuando vamos al jardín comunitario o por el barrio, dejar el móvil en el bolso los fines de semana, sobre todo los que estamos fuera, o desconectar los datos móviles para las aplicaciones más peligrosas como Instagram o el navegador. Estoy contenta de mi desconexión, sé que podría mejorar, pero es un proceso. Quizás en nuestras vacaciones de agosto ya me atreva a estar toda la semana sin pantalla... a ver ;-)

En julio el reto que nos planteamos es dejar de comprar cosas y hacerlas uno mismo. Me da la impresión que este reto resume un poco los anteriores porque hacer algo en casa te permite hacer la cantidad que necesitas evitando trastos o sobras creando ruido por casa, evitas productos tóxicos, embalajes y puedes reusar cosas que tienes ya por casa.



La reflexión de Gemma sobre el valor de lo hecho a mano, todo lo que aporta hacer las cosas uno mismo en vez de simplemente ir a comprarlas, ha sido de lo mejor que he leído esta semana. en Austria, un país donde el valor más preciado de todos es el tiempo propio, se valora muchísimo todo lo hecho en casa y regalar una bolsa de galletas salidas de tu cocina, con sus deformidades y sus zonas chamuscadas será infinitamente mejor recibido que regalar un paquete de galletas delicatessen. Porque te has tomado la molestia de hacer algo por la otra persona usando lo más preciado que tienes: tu tiempo.



En la cocina hago muchas cosas yo misma: el muesli, la mermelada, los pasteles, el caldo "instantáneo", la masa de pizza, los panes planos, los polos, los refrescos y últimamente estoy añadiendo a la lista fermentados y encurtidos. Así que me planteaba empezar a hacer mi propia ginger beer, porque con las verduras en sal me ha ido muy bien (he conseguido los pepinillos crujientitos, ¡ñam!) y quiero empezar a fermentar con azúcar, a ver qué pasa. Prometí al marmotillo que cuando en el mercado hubiera tomates maduros haríamos ketchup, así que ese va a ser otra de las recetas que vamos a probar. También es verdad que julio es el mes sin plástico y que tanto refrescos como salsas son cada vez más difíciles de encontrar sin envase de plástico, así que vamos a hacer nuestra pequeña aportación al #plasticfreejuly y prometo un informe de los resultados.

¿Te animas a hacer en casa algo que siempre has comprado? ¿Crees que aporta algo o es una pérdida de tiempo? ¿Te apetece compartir tus reflexiones, retos con todos en #12pequeñoscambios? ¡Qué ganas de leer vuestras aportaciones! :-)

¡Salud!

4 comentarios:

  1. Vuelvo a leerte. He estado muy desconectada.
    Y tu blog me hace parar. Reflexionar.
    Yo soy de las que valora mil veces un regalo hecho a mano que algo comprado. Y me gusta pensar que a los demás también.

    Cada vez mi carro de la compra está más vacío de cosas que sé que yo misma puedo hacer. Evitamos las galletas y aunque sean una tentación, siempre me digo a mi misma que puedo hacerlas yo en casa y más ricas y saludables. El muesli, los caldos, la masa de pizza, mermeladas también, ahora no recuerdo que más pero muchísimas cosas. Incluso los yogures.
    Todo sabe infinitamente mejor y nos sienta mejor.
    Ahora estamos disfrutando de los tomates. Tenemos por doquier y no nos cansamos nunca de comerlos. Si sobran, el gazpacho es esencial y una cena exquisita, refrescante y saludable.
    Ahora mismo estoy haciendo unos polos de fruta para Nico, a ver si se anima...

    Me gusta leerte, Mar.
    Esto es lo que busco cuando visito un blog. Que tenga autenticidad. Que hable de cosas simples que a la vez son para mi las más importantes.

    Un abrazo! (nos estamos derritiendo del calor. Estoy deseando que llegue Septiembre)

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    1. ¡Hola! ¡Qué alegría leerte por aquí! No sé qué pasa pero no me llegan notificaciones de mensajes nuevos y me quedo sin contestar comentarios muy interesantes... me pongo triste, porque la parte de diálogo queda como cortada... En fin, que ahí estamos, haciendo todo lo que podemos en casa. El Ketchup ha sido un éxito, saqué la receta de un blog que he descubierto hace poco, Zero Waste Chef, muy bueno, de esos que te hacen reflexionar y además está lleno de consejos y recetas para reducir la basura que creas. ¡Muy recomendable! Si tenéis excedente de tomates es una gran idea hacerlo como conserva.
      Besos y abrazos :-)

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  2. yo estoy en las mismas. Pero quiero llevarlo un poco más allá de la cocina, así que con ayuda de mi suegro reparamos la vieja máquina de coser de mi madre y me la he traído a casa. A ver si además del DIY en "las cosas de comer" empiezo también a ser capaz de arreglar y reutilizar ropa vieja.
    Respecto al plástico, estoy consiguiendo evitarlo, pero en Tenerife no encuentro leche en botella de cristal, así que los tetrabriks aún son una presencia constante en nuestro cubo de reciclar.....

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    1. La costura a mí se me atraganta, me da muchísima pereza, así que la pila de cosas por remendar aumenta. Una cosa tiene de bueno, por eso, he descubierto que en realidad muchas de las cosas que tengo no las necesito, jajajaja ;-)
      Nosotros aún gastamos tetrabricks, hemos reducido, pero tomamos algunas leches vegetales que sólo encontramos envasadas así y no estoy dispuesta a cargarme otra batidora experimentando, que ya llevo tres :-S
      ¡Besos!

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