Una larga cola anuncia que algo digno de hacerse esperar pasa al final y te pica la curiosidad. Un apetitoso olor a especias y salchichas recién asadas llena tus narices y conecta directamente con tu estómago que ruge al compás.
La perspectiva de esperar a ir a comer a casa no te atrae demasiado y guardas la cola pacientemente. Al final, te asomas por una ventanilla a un garito de unos tres metros cuadrados donde una anciana prepara lenta y meticulosamente los Bosna. Pides un completo y aguardas en silencio.
Mientras esperas, paseas tu mirada por las críticas descoloridas que anuncian las bondades de la salchicha, los horarios de apertura y la lista de precios. Entonces la vista se te clava en una foto en blanco y negro de un hombre. ¿Quién será?... quizá un actor famoso que vino a saborear el bocadillo alguna vez... quizá el difunto esposo de la laboriosa viejita... ¡quién sabe!
Te saca de esos pensamientos una voz diciendo "Zwei Siebzig, bitte". Pagas, recoges la mercancía envuelta en papel y le hincas el diente a un bollito tostado relleno de salchichas aderezadas con cebolla, perejil y una mezcla misteriosa de especias.
Es el secreto de la familia. Mientras te deleitas con el manjar, imaginas a los ancestros de la anciana venidos de los Balcanes inventando a base de olfato la mezcla, pasándose la receta de generación en generación en el lecho de muerte y sonríes satisfecho por formar parte de todo ello, aunque sólo sea por pasiva.
¡Salud!
Balkan Grill
Pasaje en la Getreidegasse (en el número 33)
Pasaje en la Getreidegasse (en el número 33)
Mmmmm, qué olorcito. Pero eso pasa cuando estás "en el extranjero". Yo aquí veo en algún sitio una larga cola y no me pica la curiosidad, corro en dirección contraria. Y a lo mejor me estoy perdiendo cosas interesantes...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, ya me lo he apuntado para cuando quiera que vaya a Salzburgo.
ResponderEliminarNo obstante, tengo una pequeña corrección...tomando tus palabras "lo mejor de las ciudades NUNCA sale en las guías, NUNCA está anunciado en carteles luminosos" :)
Jo, como me gustan esas cosas...y qué barato, chica. Yo creo que si vivieramos en Salzburgo nos llevaríamos bien!!! Podrías quedarte a cenar, pero de verdad!!
Hoy en Barcelona luce un sol que-no-te-lo-puedes-de-creer.
Esto tiene una pinta estupenda!!!
ResponderEliminarTienes toda la razón, los mejores sitios se encuentran de pura casualidad... con el tiempo que llevas aquí y tú sin enterarte! Jeje
A disfrutarlo! Petonets
Uyyy Marona solo de ver ese bocado ya se me han removido los jugos gástricos y tengo un sabor a salchicha, a especias y un olorcillo que alimenta.
ResponderEliminarSi que es verdad Iban hoy ha hecho un dia de primavera.
Petonets
Y no quiere llover !!!
ResponderEliminarNo se que beberemos este verano ?
Hola, Marona. Te cambio un bocadillo de esos (si la foto ya asegura algo güeno-güeno, con tu descripción ya ni te cuento)por un premio desafío (y no es una triquiñuela pa que me visites, palabrita)
ResponderEliminarBesos.
lego,uy, pues a mí siempre me llama la atención y hasta que no veo qué es lo que esperan no me quedo contenta. Cotilla que es una. :)
ResponderEliminaribán, hombre... tanto como NUNCA... eres un poco radical ;). Yo también creo que nos íbamos a llevar bien. :)
boomings, bueno, y si te contara que estoy descubriendo más Barcelona ahora que vivo fuera que en los 28 años que viví allí... :D
rosalisabel, cuando vengas por aquí, vamos a hacer un bosna para celebrarlo ;)
Yo desde aquí os mando energía lluviosa (que aquí sobra) para que este verano no vengan restricciones. Todos juntos "Que llueva, que llueva..."
mar, ¡hecho! ¿La quieres con mostaza o con ketchup? :)
¡¡¡Muchas gracias por los comentarios y un abrazo muy apretao!!!!
Estuve unos meses en Salzburgo en 2006 y ese puesto de bosnas era uno de mis preferidos, antes de irme de la ciudad hice mi última comida ahí. Fantastisch! No se lo deben perder...
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