A veces necesito un premio en mitad de la semana para poder continuar hasta el domingo. Y cuando el miércoles se tiene la tarde libre y amanece así...
... no es un premio, ¡es el gordo de la lotería! No es lo mismo que por allí pero en Hellbrunn también se puede gozar del rubor de las montañas,
el contraste que da la luz otoñal a los colores,
los frutos escondidos,
y un picnic con bocadillo de tzatziki, pollo del cocido y lechuga, manzana de postre y termo incluído.
¡Hasta el domingo y más allá!
Ahhhh qué preciosidad de lugares. Unas fotos buenísimas! Cómo me gustaría emular a Mary Poppins en versión moderna y saltar por mi monitor para pasear por allí ahora mismo...
ResponderEliminarUn beso ^^
oh oh oh...tipo experssió de l'Arale a l'aldea del Pingüí...vull anaaaar!!!
ResponderEliminarEm conformaré amb un passeig pel Montseny...snif, snif...
Como siempre, unas fotos verdaderamente hermosas... ¡y vaya manzana!!!
ResponderEliminarUn petonàs guapa :-)
¡Gracias por compartir tu "gordo"! Me venía haciendo falta a mí también... hay semanas que se hacen cuesta arriba. ¡Qué luz la de las fotos, madre mía!
ResponderEliminarAkane, halaaaa, lo que molaría eso, poderse meter en la pantalla y pasear por el paisaje de la foto... ya estoy viendo las posibilidades... Canadá, Berlín, Túnez, Brasil...
ResponderEliminarMònica, no sé què pot tenir a envenjar el Montseny a Hellbrunn. La veritat es que les excursions pel Montseny en aquesta època són precioses :)
Boomings, la manzana estaba buenísima. Me encantan las manzanas locales :)
Noema, ¡buenos días madrugadora! La verdad es que sienta de maravilla una tarde así, sobretodo para estas semanas pesaditas.
¡Un beso a las cuatro! ¡Muchas gracias por estar ahí!
Menudo paisaje y menudo pic-nic!!!!! Desde luego es un buen premio!! Besos!!!
ResponderEliminarLos colores de Austria no tienen nada que envidiarles a los de Canadá... cuando he visto los castaños -y sus frutos- me ha dado un mega-ataque de añoranza, en el País Vasco son unos árboles muy "emblemáticos". Aquí hay alguno que otro, raro, exótico. Y no tenemos esas montañas (otra cosa que echo de menos), el relieve de Quebec es muy, muy viejo y sus montañas son todas redondeaditas como colinas. Ea, esta tarde voy a comprar castañas (de importación, agh) y veremos la peli de los viernes con un un poco de otoño europeo entre las manos.
ResponderEliminarQué lugar más hermoso. Vaya regalo para los ojos y el alma. El picnic dice: cómeme, cómeme :)) Gracias por compartirlo
ResponderEliminarMe gustaría a mí también premiarme así en medio de la semana...pero el resultado no es el mismo...¿te importa si te cambio los campos de lentejas por todo esto?
ResponderEliminarVengaaaa...sólo por una semana...o dos ;-)))
Un besote
Hola, Marona!!
ResponderEliminarVale que la belleza del entorno que nos muestras ayuda, pero aún así, creo que tu serías capaz de vendernos igual de bien el infierno...
Un saludo.
salvia, sí, yo procuro premiarme bien ;)
ResponderEliminarArantza, mujer, las montañas son bonitas, pero esa explosión de rojos de tu tierra es impresionante. Aquí ya hay "castañeros" por las calles... mmmh
Carmen, el otoño aquí es tan bonito que duele.
cannella, he tenido que buscar en el google la pinta que tiene una planta de lentejas porque no tenía ni idea de cómo era. :D Así que venga ese intercambio, yo me pongo ciega a jamoncito y tú disfrutas de los arbolitos, pero después cambiamos otra vez... ¿eh? ;)
Mar, gracias por los piropos, pero de verdad que estos paisajes se promocionan solos.
¡Gracias por pasaros por aquí y dejasr vuestro granito de arena! ¡Besos!
Vaya maravilla!!! Para mi tambien seria un regalo!!
ResponderEliminarMe gusta tu blog, si no te importa, te enlazo!
Besitos
Vaya excursion en plena semana!!!!asi da gusto!!!
ResponderEliminar¡Hola Ivana! Creo que nos hemos leído por Montreal alguna vez ;) Me alegro de que te guste el blog, ¡gracias!
ResponderEliminarAy, Lolita Blahnik, es lo bueno de vivir en esta ciudad, que tienes plena naturaleza a cinco minutos del centro. ¡Una maravilla!
¡Un beso a las dos!