Este año estoy tomando dos cursos de alemán y, aunque la gramática es casi la misma sólo que en diferentes niveles de profundidad, de una salgo llena de ideas y una gran sonrisa y de la otra salgo sin energía y con ganas de meterme en la cama el resto de la semana. Creo que tiene que ver con los profesores y cómo enfocan la clase. Veréis...
Llego el lunes por la mañana a la universidad y en la clase hay un tipo sonriente, con ojillos pequeños e irónicos y mejillas sonrosadas. El hombre, que parece haber salido de un cuento de los hermanos Grimm, hace una pequeña broma sobre el tiempo, todos nos reímos y empieza la lección. Hoy toca el condicional y nos propone una serie de divertidos dilemas morales que nos hacen discutir y reír: "¿Qué harías si... pudieras copiar en un examen sin ser pillado, ... pudieras vivir sin trabajar toda tu vida, etc.?" Cuando llega el final de la lección, estamos tan enfrascados en la discusión que el profe casi tiene que obligarnos a salir.
El viernes es muy distinto, al llegar a clase me encuentro con una especie de Pietà llorosa, con unos ojos enormes que caen cuando ladea la cabeza compungidamente. Bueno, me siento y abro el libro... ¡Anda!¡Qué casualidad! Aquí hoy también toca el condicional. Después de repasar el vocabulario de catástrofes naturales, nos ponemos al tema de gramática. Primero, para ir haciendo boca, un documental sobre el alcoholismo infantil en Austria, con entrevistas a padres e hijos afectados y debate con psiquiatra experto incluídos. Después, nuestro debate bajo el lema: "¿Qué harías tú si tu hijo de 12 años fuera alcohólico?" Casi no damos tiempo a que se acabe la hora que ya estamos todos preparados para salir huyendo de allí.
Así es que al final de la semana tengo una sensación como agridulce... ideal para estos rollitos orientales.
Rollitos agridulces
Ingredientes (para 8 rollitos)
una cebolleta
un puñadito de hojas de lima o hierba de limón
un puñadito de cilantro fresco
una guindilla fresca
un chorrito de aceite
un chorrito de salsa de soja
unos 200 gramos de gambas de cóctel, ya cocidas
un aguacate
ocho láminas de papel de arroz
Para la salsa
el zumo de una lima
salsa de soja al gusto
una guindilla picada
una cucharada de azúcar (o al gusto)
cilantro fresco picado
Se trituran la cebolleta, las hojas de lima, el cilantro, la guindilla, el aceite y la salsa de soja hasta formar una pasta. Se mezclan en la pasta las gambas y el aguacate a trozos pequeños.
Se remojan las láminas de papel de arroz según el paquete y se rellenan con la mezcla de las gambas.
Para la salsa, se van mezclando los ingredientes y probándola hasta que esté al gusto del consumidor. Ha de tener un toque ácido pero dulce, como mis clases de alemán...
¡Salud!
Menuda diferencia entre un profe y otro. Con la segunda dan ganas de suicidarse, que deprimente!
ResponderEliminarLo que llevado al tema de niños en lugar de adultos nos puede poner los pelos de punta, pues parece (y quizá sea) que la educación es una lotería. Yo creo que en general he tenido muy buenos profesores y eso te descarga de estrés y te hace sentir unas ganas locas de aprender. Pero ya de adulta sé de mucha gente que de fracasó escolarmente por el tipo de profesores que tenían y hasta que no han sido adultos no se han dado cuenta de los motivos y han podido remediarlo (cuántos no se habrán dado cuenta siquiera).
ResponderEliminarLos rollitos deben estar estupendos, me gusta mucho este tipo de platos.
Un beso.
Es que tienes un buen profesor y seguro que el rendimiento es mucho mayor....los rollitos para despues de las clase del viernes ideales y además un buen trozo de pastel de chocolate...
ResponderEliminarpetonets
Mi experiencia:al segundo tipo de profe también le podemos enseñar a cómo puede mejorar sus clases...pero sin "rollitos",eh?...
ResponderEliminar(he,he!)
Feliz Primavera a todos!
Saludos
lola
Ayyy....cómo anda la educación!!! y yo pensaba que sólo era por estos lares.....Un buen profe vale su peso en oro y hay que pagarlo, desafortunadamente, en nuestra profesión eso es algo que no se entiende, y a tod@s se nos presupone el valor (como al soldado), lamentablemente no tod@s somos de los buenos... pero, estoy segura de que si sorprendes a tu profe con unos rollitos, sonreirá, se ilusionará y vea la vida de otro color, y eso, afectará a tus clases, inténtalo!!!!
ResponderEliminarMi sensación tras leerte es solo dulce:) besicos sorianos.
ResponderEliminardina, pues entonces mejor ni te explico cuando nos estuvo explicando sobre el suicidio en Austria: estadísticas, edades, lugares favoritos, causas... ¡una juerga!
ResponderEliminarMarhya, yo he tenido en general buenos profesores y esta no es que sea mala, pero hija, entran unas ganas de meter la cabeza en el horno después de sus clases...
Núria, no es sólo cuestión de ser o no buen profe. Esta explica bien, pero pone unos ejemplos tan deprimentes...
lola, bueno, este es mi tercer semestre con ella y te prometo que en cada redaccion que le escribo intento poner todo mi optimismo y buen humor, pero parece que no funciona... ¿alguna otra propuesta?
intxaurtsu, la hemos sorprendido con flores, pastelitos y mil cosas más, y no hay manera... pero yo seguiré intentándolo :-)
Raquel, ¡gracias!
ELENA ZULUETA DE MADARIAGA, siento mucho que esté stan delicada de salud. Yo no soy doctora, pero si encuentro algo de información, te la paso. ¡Ánimos!
¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios! ¡Besos!