Zanahorias y yo

Esta es la historia de una chica que quería preparar una sopa y los ingredientes decían que tenía que usar una zanahoria. Sí, ¡una única zanahoria solitaria! Fue al mercado y pidió una zanahoria, pero le dijeron que las zanahorias se vendían en manojos. “Vale, pues compraré un manojo”, pensó. Volvió a casa, preparó la sopa y se la comió alegremente.

Al cabo de una semana se dio cuenta de que todavía tenía el manojo restante de zanahorias en la nevera y empezó a pensar qué podría preparar con todas esas zanahorias viejas... primero pensó en esto, luego en otra sopa y por fin se decidió por lo siguiente...

Pastel de zanahoria (basado en el de Heidi)



Ingredientes

Para el pastel:
1 taza de harina integral
1 taza de avellanas molidas
1 1/2 cucharadita de polvos de hornear (por ejemplo Royal)
1 cucharadita de bicarbonato
1 1/2 cucharadita de canela
una pizca de sal
1/2 taza de frutos secos mezclados (avellanas, almendras, nueces...), picados
1/2 taza de chocolate con leche, picado
115 gramos de mantequilla, fundida
1/2 taza de dátiles sin hueso y picados
2 plátanos en puré
1/2 taza de compota de manzana (u otro plátano)
1 1/2 tazas de zanahorias ralladas
1/2 taza de yogur griego
2 huevos, ligeramente batidos

Para el glaseado
170 gr. de queso crema (tipo Philadelphia)
dos cucharadas de azúcar de vainilla
algunas zanahorias de mazapán

Precalentar el horno a 180ºC. Forrar un molde de pastel con papel de horno.
Mezclar la harina, avellanas molidas, polvos de hornear, bicarbonato, canela, sal, frutos secos picados y el chocolate.
En un bol aparte, mezclar bien la mantequilla, los dátiles, los plátanos, la compota y las zanahorias ralladas.
Mezclar los ingredientes secos con los ingredientes húmedos. Poner la masa en el molde y hornear unos 50-60 minutos, o hasta que un palillo salga limpio cuando se pinche en el medio del pastel.
Batir el queso con el azúcar hasta que quede ligero. Cuando el pastel esté completamente frío, repartir el queso por encima, decorar con las figuritas de mazapán y disfrutarlo.

Era un pastel húmedo y con sabor a nueces que disfrutó junto a una taza de té. Mientras estaba masticando y sorbiendo, buscaba inspiración para su próxima cena y encontró una receta para un guiso con muy buena pinta... ¡en la que ponía que se necesitaba una única zanahoria solitaria! ;-) ¡Salud!