Receta para perder el miedo (adaptada de Receptes de pluja i sucre)
3 rugidos de león (yo los fui a buscar a Hellbrunn)
1/2 kg. de lágrimas de fantasma (del cementerio de San Sebastián)
una pizca de melancolía de ogro (creo que la de mi vecino servirá)
cantar en voz alta (ésta a mí siempre me funciona)
hacer una mermelada (o una jalea en caso de miedo rebelde)
Jalea de uvas (adaptada de esta receta y de esta otra)

Usé un tipo de uva a la que llaman "uva de fresa". Es demasiado recia y gelatinosa para ser agradable al comerla pero tiene un profundo aroma que recuerda a las fresas o incluso a alguna flor. Se puede hacer con otro tipo de uva menos gelatinoso, pero se tendrá que cocer más tiempo o usar pectina para que coagule bien. Parece complicado, pero en realidad no es mucho trabajo y el resultado es delicioso, además, ¿quién dijo miedo?
Ingredientes (para un tarrito pequeño):
medio kilo de uvas
azúcar
Utensilios:
un recipiente grande
un pasapurés
una cazuela
muselina o colador muy fino
un plato
tarros
Día 1: hacer el zumo de uva.
Quitarle los tallos y ramitas a las uvas y lavarlas bien y ponerlas en un recipiente grande. Hacerlas puré con el pasapurés. Cocerlas a fuego medo durante 10 minutos y volverlas a pasar por el pasapurés. Dejarlas colar en la nevera durante la noche.
Día 2: hacer la jalea.
Poner un plato limpio y vacío en la nevera. Medir el zumo obtenido y disolver en él la misma cantidad de azúcar (si se usa pectina, seguir las instrucciones del paquete) y cocer a fuego medio unos 10 minutos o hasta que tenga la consistencia adecuada, es decir, cuando media cucharadita de la jalea puesta en el plato frío de la nevera queda con la textura de unas natillas espesas (como las danone). Se pone en los tarros y se esterilizan si se quiere conservar.
Se sirve sobre tostadas al amanecer, que por cierto, es perfecto para combatir la pereza... pero esa es otra receta y hay que contarla en otra ocasión...
¡Salud!
(Gràcies, preciosa meva! M'has fet sentir la persona més especial i afortunada del món. Muacks!)