martes, 22 de mayo de 2007

Aventuras en la ciudad de Pumuky

Llegamos el jueves por la tarde (aquí la tarde empieza a las 12h), después de habernos dado un atracón de nuestro Casatiello y otros manjares en el tren. Llovía, así que nos fuimos a visitar el Deutches Museum. Es un museo espectacular. Es como el Museo de la Ciencia en Barcelona, pero a lo bestia. Se puede uno pasar días y días allí, aprendiendo mogollón de cosas. Hay apartados para todos los gustos, desde “Alimentación” hasta “Astronomía”. Lo que más me impresionó: la reproducción de las cuevas de Altamira. ¡Aún tengo la piel de gallina!



Después de unas cuantas horas en el museo, y ya destrozaítos, nos fuimos a buscar algún sitio para cenar (Sí, nos hemos acostumbrado a cenar a las 19h, ¿qué pasa?). Estuvimos a punto de entrar en un restaurante de cocina judía el Cohen's, pero al final nos rajamos y nos fuimos a comer un bocadillo en un café la mar de “gemütlich” en el barrio moderno de la ciudad. (Prosaicos que nos estamos volviendo)

Al día siguiente no llovía, de hecho, un sol despampanante nos despertó a eso de las 6 de la mañana. Bajamos a desayunar y OH DIOS MÍO!!!!! ¡Eso era un Buffette de desayuno y lo demás son tonterías! ¡Había literalmente de todo! Nos pusimos como el quico y salimos a pasear.

Comenzamos con una visita mañanera a la cervecería más popular de Munich, la Hofbräuhaus. Donde un simpático austríaco se reunía con sus amiguetes a hacer de las suyas... Es agradable visitarla a las 10 de la mañana, cuando está toda silenciosa y solamente se ven a los camareros tomando café. Me gusta más así que con los berridos de los turistas borrachos a las tres de la tarde. Y por supuesto, me encanta el Biergarten, con sus castaños y sus mesitas de madera.



Parada en la tienda de especias de enfrente de la cervecería. Tenían tantas cosas, que no sabía ni por donde comenzar. Al final, compré un poquito de pimienta de jamaica, que es difícil de encontrar en Salzburg. (Buenísima para marinar pollo, por ejemplo)

Otra parada de compras (pobre Tonisitooo, menos mal que puede hacer fotos!) en el Butlers. ¡Ufff, allí sí que me volví loca! ¡Es que me lo hubiera comprado todoooooo! Al final, solo compré unos corazones de azúcar para decorar pasteles, un mantelito muy amoroso, una funda de cojín y una selección de té verde de diferentes sabores. Moderándome... :-)

Después, fuimos al Viktualienmarkt.



Para la gente que le gustan los mercados, éste es de lo mejor que he visitado (aparte del de Viena, claro está). Hay frutas y verduras exóticas, carnes de todo tipo, quesos, panes, especias... lo que se quiera. Allí compramos nuestra comida del viernes y nos fuimos al Englischer Garten a hacer un picnic.


Una de las cosas que me encantan de las ciudades alemanas es la tranquilidad, y lo verdes que son. Incluso Berlín es así, tranquila y verde. Se puede ir en bicicleta por todas partes, se puede pisar el césped para hacer un Picnic y se puede hacer surf aunque no haya mar.

Cuando nos cansamos de perrear en el césped del Englischer Garten, nos fuimos a merendar al ARAN. Este es uno de los garitos que más me gustan de Munich. Es un sitio donde hacen un café excelente y unos panes buenísimos con cosas por encima. Ellos mismos hacen las hogazas y puedes ver las fórmulas en una carta especial. Un gustazo para los freaks de esto de fermentar y hornear ;-)


Con la tripa llena de pan y café bueno, ya estábamos en condiciones de volver al ataque con las “Delicatessen”. Nos fuimos a visitar el Käfer y el Dallmayr. Dos de los supermercados más caros y pijos de Munich.



Se puede encontrar casi de todo, y cuando vives fuera y ves cosas como olivas la española o tortas de aceite, pues que hace gracia...

El sábado lo usamos para pasear por la ciudad vieja y sentarnos en un banco a observar a los fans del Bayern y del Mainz, que se enfrentaban por la tarde.



En unos grandes almacenes hacían una demostración de cuchillos japoneses y allí que nos fuimos. Cuando nos dieron a probar un poco de sushi, nos entró tal mono, que fuimos corriendo a buscar un japonés.

Para tomar un cafelito, decidimos ir al Bread and Butter. Es un sitio muy raro. Es como un supermercado de cosas antiguas. Se pueden comprar zapatos, ropa, herramientas de jardín, cosas para hacer cerveza, utensilios de cocina...



...y además puedes disfrutar de un café italiano buenísimo, ¡sirven cortados! ¡VIVA! (No es muy usual por estas tierras el cortado), mientras observas cómo preparan el pan y las galletas que venden en la panadería y sirven en el bar.

Y así se acabó nuestra excursión por tierras bávaras. Cansados, pero felices.

Salud!


10 comentarios:

  1. Marona, gracias por compartir tu viajecito. ¡Me ha parecido como si yo hubiese ido también con vosotros un poquito!

    Me habían hablado muy bien de Berlín, pero tú me has acabado de convencer. Además, parece que es una ciudad estupenda para los que vamos con niños pequeños, ¿no es así?

    Molts petonets!!!

    Helena (futomaki en el Cafetito)

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  2. Hola Helena!
    Berlín es maravillosa! Pero el reportaje es de Munich. Siento que no quede claro en el post :-(
    Pero bueno, tanto la una como la otra son geniales para ir con niños. Tienen un zoo enorme, muchos parques, y en todos los restaurantes tienen sillas y cosas para niños (en Alemania cuidan mucho esas cosas)
    Yo creo que cualquiera de las dos te gustará! Besos!

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  3. Hola Mar.... pues yo he estado en Berlin un par de veces y encuentro que es una ciudad para VIVIR, así en mayúscula, me encanta!!!.
    Pero si Munich se parece, será para visitarlo, por tu reportaje se ve precioso y cuántas cosas para visitar , la comida uhmmm deliciosa.
    Siempre hemos pensado que cuando se jubile el maromo (porque yo no me voy a poder jubilar nunca) si acompaña la salud y los € nos gustaría estar unos meses en las ciudades que más nos han gustado, de momento Berlin, Helsinki, Paris y Venecia.
    De ilusión tb se vive, no crees?
    Petonets.

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  4. Hola Rosal!
    En una cosa coincidimos: me encanta Berlín. De hecho, creo que es mi ciudad favorita (después de Barcelona, claro jeje)Y tienes razón, es para vivir! Munich es más bonita que Berlín, tiene casco antiguo y esas cosas, pero es menos "cosmopolita".
    Besos!

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  5. Mar, perdona, yo lo había leído mal. Es que ando hasta las cejas de trabajo, todo el día en el ordenador y además buscando vacaciones por Internet y ya leo lo que me da la gana. No es que tú lo hubieses puesto poco claro, es culpa mía por estar en doscientos sitios a la vez.

    Te pido disculpas de nuevo.

    Muchos besitos,

    Helena

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  6. No tienes que disculparte por nada, guapa! Esas cosas pasan, y es cierto que si no sabes que Pumuky es de Munich, pues que no se entiende muy bien :-)
    Besos!

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  7. que blog mas bonito,me encanta como cuentas las cosas y esas fotos son una pasada,te visitare en tu blog.un petó

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  8. Vergüenza me da! Con lo fan que yo he sido (y soy!) de Pumuky. Ayyy!

    Besitos para tí también, preciosa.

    Y por cierto, felicidades por el blog, que aún no te había dicho nada. Vengo mucho a ver si hay posts o comentarios nuevos.

    Helena

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  9. La pesada de turno (o sea yo) y fans de tu blog, ha vuelto a andar por aquí :-)
    Un reportaje precioso querida Mar. Lleno de entusiasmo, vida y fotos preciosas.
    Visité un día München, pero lo conozco muy poco. Me anoto cositas para cuando vuelva! Graciassss :-)
    Besos con cariño,
    Gebirg

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  10. Hola Gebirg!
    Me alegro de que hayas sacado un ratito para visitar mi casita!
    Gracias!
    Besos

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