lunes, 16 de julio de 2007

El restaurante de la fortaleza

Una de las cosas que hice casi cuando llegué aquí fue suscribirme al periódico local, el Salzburger Nachrichten. Creo que fue una buena idea, no sólo puedes leer el periódico a primera hora de la mañana en pijama y con un café, sino que siempre regalan vales y descuentos para eventos varios y otros temas de ocio.

Esta vez teníamos un vale de "dos por uno" para un menú degustación en el restaurante que hay en lo alto de la fortaleza. La fortaleza Hohensalzburg es un edificio medieval muy bonito y desde allá se puede disfrutar de una de las panorámicas más impresionantes de la ciudad.



El sábado fuimos a aprovechar el vale y nos preparamos para una cenita romántica en la terraza del restaurante.

Todo comenzó muy bien, la mesa estaba puesta de manera que podía satisfacer todas mis manías tipo Bree Van de Kamp: una vista fantástica, una rosa roja que nos daba la bienvenida y una puesta de sol maravillosa...



Pedimos el vino y el menú. Primero, nos trajeron unos aperitivos. Unos gnocchi rellenos con Eierschwammel (setas) salteadas que estaban riquísimos y después un tartar de pato que parecía un paté.

Nos sorprendió que en ningún momento nos ofrecieran pan. A continuación nos trajeron una sopa de ajo de oso con una nube de nata, muy sabrosa. Una vez acabada la sopa tocaba una vieira sobre unos spaghetti negros. La vieira estaba deliciosa, pero para mi gusto a los spaghetti les faltaba sabor, no estaban demasiado bien aderezados.



El plato principal era dos tipos de ternera diferente sobre un risotto de Morchel(más setas). El trozo de solomillo estaba riquísimo, en su punto y tierno, pero el trozo que era como una saltimbocca estaba demasiado hecho y seco.

Los postres eran tres tipos de chocolate diferentes (helado de chocolate con avellanas, mousse de chocolate blanco y bizcocho de chocolate negro) sobre un carpaccio de fresas. Estaba muy bueno, pero a esas alturas de la noche ya era oscuro y la iluminación dejaba bastante que desear. Sólo nos daba luz una velita minúscula que se apagaba constantemente por el viento. Eso no era un gran problema hasta que fue la hora de pagar. Cuando nos acabamos el café y pedimos la cuenta nuestra vela estaba apagada y nos costó bastante leer el precio y esas cosas.

No estuvo mal, pero salimos con la impresión de que el precio era demasiado alto para lo que habíamos tomado. Si no hubiéramos tenido el vale el menú hubiera costado 50 euros por persona, bebidas no incluidas, y la verdad es que por ese precio esperas más calidad.

Lo mejor del restaurante son las vistas sobre la ciudad y el ambiente tranquilo y romántico a pesar de estar en una zona muy turística. Aunque sea un restaurante, hay mesas para tomar algo o comer un helado y así poder disfrutar de la vista a un precio más justo.

¡Salud!

8 comentarios:

  1. Seguramente en nuestra tierra, si algún castillo tuviera esas vistas, y en un restaurante, por ese menú cobraría más de 50 euros.

    Saludos,

    Ana y Víctor.

    ResponderEliminar
  2. Pues tú dirás lo que quieras, lo mismo es porque es la hora de la merienda, pero al llegar al postre estaba salivando copiosamente, jajaja ;).

    ResponderEliminar
  3. En Italia los restaurantes cobran el concepto de "coperto",es decir, el sitio en el que te sientas y el pan. A lo mejor, por culpa de la falta de luz, salía muy caro el concepto de "vista panorámica" y no os habíais enterado. De todas formas seguro que dentro de un tiempo sólo os acordaréis del buen rato pasado en un sitio tan bonito. Besitos

    ResponderEliminar
  4. Ana y Víctor, pues quizá tengais razón. Pero las bebidas aquí suelen ser muy caras (4 euros por copa de vino, 3 euros por un café...) Así que el precio del menú aumenta bastante cuando llega la cuenta :-)

    liuia, suena todo de fábula y estaba bueno, pero le faltaba un toque de no-sé-qué...

    cannella, tienes razón, quizá se paga más la vista que la comida... suele pasar a menudo.

    Besines!!!!!

    ResponderEliminar
  5. Me encanta lo de las manías tipo Bree Van De Camp. Yo soy una BVDC también, pero más en la teoría, al final la falta de tiempo me hace más Lynette Scavo e incluso Susan Meyer! En fin...

    ¿El ajo de oso sólo se encuentra en países germánicos?

    Como siempre, me encantan tus post, Marona!

    Helena

    ResponderEliminar
  6. Hola Helena!
    Lo de las manías Bree me lo adjudicó Cannella, aunque yo creo que me parezco más a Susan Meyer, con su caos particular.
    Lo del ajo de oso, yo sólo lo he visto por aquí. No tengo ni idea de si se puede encontrar por otros lugares, lo siento... será cuestión de investigar!
    Besos!

    ResponderEliminar
  7. Mi cuñado va de cuando en cuando por Alemania. Le pediré!

    Gracias, guapa!

    Helena

    ResponderEliminar
  8. Helena, por aquí ya se ha acabado la temporada... la primavera que viene si quieres te envío un ramillete :)
    Besis!

    ResponderEliminar