Hace noches que no duermo...

(la, la...) Pero no es porque haya perdido a mi pollito, (la, la...) es porque un poeta gastrónomo agitó mi ánimo juguetón con una ingeniosa figura retórica.
Y así estaba desde entonces, jugando con las palabras en las noches tormentosas, hasta que el efecto eureka se apiadó de mí y me puso en la mente esto...

Sopa de canelones de sopa (si me permitís la licencia)



Ingredientes (me salieron 24):
un pollo entero
un manojo de verduras para el caldo
un hatillo de bouquet garni
una cebolla
un par de cucharadas de puré de tomate
un par de dientes de ajo
un buen chorro de vino blanco seco o jerez
una latita de paté
una cucharada de harina
un vaso de leche
sal y pimienta
24 placas de canelones
un puñado de cilantro fresco

Se prepara un caldo con el pollo, las verduras para el caldo y el hatillo de bouquet garni. Se deja hervir a fuego lento un par de horas.
Se deja enfriar y entonces se pican por separado las verduras y la carne del pollo.
Se prepara un sofrito con la cebolla, el ajo y el puré de tomate. Se añade el vino y se deja evaporar, se añade el pollo y el paté y se deja que tome sabor unos minutos, desmigándolo. Se añade la harina y se tuesta ligeramente y la leche, se mezcla todo bien hasta que la mezcla sea una masa espesa.
Se deja enfriar la masa, se cuecen las placas de canelones y se rellenan.
Para montar el plato se ponen un par de canelones en un plato hondo, se espolvorean de las verduritas picadas, se le añade el caldo bien caliente y se adorna con cilantro picado.

La verdad es que en seguida que les metes la cuchara a los canelones se desmontan, pero está bien rico, calienta el buche, alimenta, te quita el dilema de "de primero, ¿sopa o canelones?" y es una manera original de presentar ambos.

Ideal para seguir el juego de palíndromos y para participar en el HEMC de los canelones que propone Ivana. ¿Alguien más se apunta?

¡Salud!

P.D. Edito, que se me olvidaba la latita de paté... ¡jurl!