Llego a la escuela con tiempo suficiente. Me preparo para la clase... vamos a ver... hoy vamos a hablar de Romy Schneider y de Michelle Obama, repasaremos los números y los colores y empezaremos mi vocabulario favorito del primer nivel: el café.
Pasan cinco, diez, quince minutos y nadie llega. Una colega telefonea a la alumna que se ha olvidado de llamar para que confirme que no va a venir, que es tut ihr sehr Leid pero que el jueves Dios dirá...
Parece que hoy se ha adelantado Nikolaus y me ha dejado un detallito: una hora y media libre para pasear por la ciudad a dos días de la apertura del Christkindlmarkt.
Así que salgo de la escuela, me calo la gorra (que estamos a 6 graditos) y en vez de tirar a la izquierda, tiro a la derecha con calma, saboreando el fresco (el frío viene cuando bajamos de cero) y los escaparates. Llego al Alten Markt y me avituallo de castañas que hacen las veces de guantes. Me quedo un rato embobada delante de la decoración perfecta, roja, de fieltro, renos y manteles a cuadros.
Esquivo la tentación y giro por la Goldgasse. La callejuela está tranquila, oscura. Los escaparates relucen con cosas antiguas, artesanales y deliciosas. Algunos de los dependientes ya están cerrando, otros toman una taza de té con la mirada cansada, otros están acabando de poner el espumillón plateado en la puerta del negocio.
Llego a la Residenzplatz y allí ya se colma el ambiente de Vorfreude. Los puestos del mercadillo están preparando la mercancía y más allá, en la Mozartplatz, los primeros impacientes ya se han lanzado a la pista de hielo a ritmo de disco setentero mientras sus hermanos mayores disfrutan del primer Punsch de la temporada.
Vuelvo rápido por el río, me paro a comprarme unos calcetines gordos y voy a casa a prepararme un bol del mejor arroz del mundo mundial para cenar...
El mejor arroz del mundo mundial (copiado vilmente del de Nigel Slater)
Ingredientes (para dos)
una cebolla pequeña
aceite vegetal
dos ajos enteros y pelados
un par de cápsulas de cardamomo un poco estrujadas
un par de clavos
una ramita de canela
una guindilla seca
una taza de arroz basmati
Se pocha la cebolla cortada pequeña en el aceite con las especias. Se añade el arroz, el doble de agua y sal. Cuando arranca a hervir se baja el fuego y se tapa la cazuela. Cuando quede la mitad del tiempo de cocción del arroz, se apaga el fuego y se deja tapado para que se acabe de hacer.
Se sirve acompañado de lo que se quiera, hoy ha sido un salteado de brócoli y pechuga de pollo con salsa de ostras, limón, sambal, jengibre, ajo, salsa de soja y sésamo. Pero sólo está riquísimo, a pesar de tener que ir pescando las especias. Ya se sabe, quien más recoge... ¡tiene premio, oiga!
Y el jueves... es geht los! ¡Revivaaaa!
¡Salud!
Jolines, y no me envitas????? eres mala, muy mala, a mi no me hubiera importado pasear contigo y comerme ese arroz, jo.
ResponderEliminarMe ha encantado el paseíto...
ResponderEliminar(y el arroz) :)
Por un momento he estado mentalmente paseando por esas calles... qué bonito todo! Y uf, cuando la Navidad esté en plena eclosión debe ser mágico pasear por allí (yo es que soy muy navideña, no lo puedo evitar xD).
ResponderEliminarNunca se me habia ocurrido cocer arroz con una mezcla de especias! Tiene que estar riquisísimo!
Un paseo estupendo!!!! Y desde luego un arroz..... delicioso!!!
ResponderEliminarQué bien he desayunado después del frío que he pasado al acompañarte en tu paseo.
ResponderEliminarViajar virtualmente se está convirtiendo en vicio, a primera hora de la mañana, aún en cama o con el desayuno, una manta y Navidad -migato- haciendo bolitas con ella. Da pereza arrancar y ponerse a trabajar. Con lo bien que estaría yo paseando y la promesa de un arroz especiado después. (por cierto, clavo, cebolla, ajo sí le suelo poner... el resto me resulta novedoso y me atraen, un "¡estupendo!" para esa receta).
Un saludo y felicidades por tu blog. Es un placer disfrutar de él.
Hay ganas de arroz especiado, lo haré con aroz jazmín que es lo que tengo en casa.Ha sido un gusto pasearse contigo por Salzburgo y entrar en todas esas tiendas tan pintorescas.
ResponderEliminarUn beso y tápate bien que debe hacer un tiempo glacial allí, ugg!
¡Hola Marona!, hemos disfrutado con tu fresco paseo, y con todo los que nos cuentas.
ResponderEliminarY por supuesto, con esta receta que debe de ser muy buena, sana y además sin gluten.
Te agradecemos que "etiquetes" sin gluten tus recetas desde siempre.
Besotes
Ana y Víctor.
Enhorabuena por tu blog, interesante y apetitoso. Un saudiño.
ResponderEliminarHe llegado con hambres después de tan interesante paseo! Ese arroz estaba muy bueno... :)) Gracias por tu relato y por darnos a conocer esas tierras.
ResponderEliminarun besazo
ARA, jo, es que fue todo improvisado, la alumna no se presentó... jo...
ResponderEliminarviena, salvia, cocinaconcariño, ¡gracias!
Akane, ayer ya empezó oficialmente el adviento comercial y todas las calles están preciosas, además, todavía no hay muchos turistas y es cuando hay el mejor ambiente :)
Adormidera, ay, ahora me estaba yo imaginando en la cama, con la mantita, las bolas y el gatito... y me apetece más estar allí que aquí :D
CRIS, con arroz jazmín debe ser la bomba. Sí que hay tiendas especiales por aquí, sobretodo en esa calle. Voy a ponerme los calcetines gordos nuevos :)
Ana y Víctor, a veces me da un poco de apuro en eso de etiquetar "sin gluten"... no dejéis de decirme si veis algo que no es correcto :)
Carmen, pues hay para repetir si quieres ;)
¡Gracias por los comentarios y un abrazo a todos!