lunes, 6 de abril de 2015

Operación bikini

No me gusta comprarme ropa, odio profundamente tener que comprarme zapatos y aborrezco el momento en el que mi pobre viejo bikini dice "¡¡¡Bastaaa!!!", se jubila después de unos 6 años de fiel servicio y tengo que buscar otro.

El otro día, aprovechando la hora de la siesta, estuve buscando un poco en las colecciones de verano. A medida que iba pasando páginas y páginas de drapeados, "push-ups", floripondios, lentejuelas y volantitos, la opción de anular la reserva del verano y buscar una cabaña en alguna playa nudista empezaba a tener sentido.

Días más tarde, mientras fregaba frenéticamente las puertas de nuestra madriguera (esos malditos rayitos delatan también los churretes de las puerta, ains) me di cuenta de que podía aplicar la misma política que tengo para los zapatos a los bikinis. Como tampoco es algo que me compre cada temporada, quizás valga la pena gastarme un poco más y tener algo de calidad, con fibras naturales y de comercio justo, a poder ser.

Y esta va a ser mi operación bikini de este año: encontrar uno bueno, bonito y bondadoso (con el medio y con la gente que lo fabrica). ¿Me ayudáis? ¿Sabéis por dónde puedo empezar a buscar? ¿Conocéis marcas que los produzcan?

Mientras encuentro lo que busco, aquí me tenéis merendando un bizcocho sin culpa, porque es de esos que llevan verduras empaquetadas y lo de las verduras siempre suena bien para la operación bikini ;-)

Bizcocho de chirivía (adaptado del número 55 de la revista Jamie)

46/52 Sundays

Ingredientes

150 gramos de azúcar
100 ml de aceite de oliva suave
3 huevos
30 ml de sirope de arce
175 gramos de harina
una cucharadita de polvos de hornear, levadura química (polvos Royal)
100 gramos de avellanas picadas
150 gramos de chirivía rallada

Precalentar el horno a 180 grados. Preparar un molde de bizcocho de un litro de capacidad con mantequilla y/o papel de hornear. En un cuenco grande batir bien el azúcar, el aceite, los huevos y el sirope. Añadir la harina y los polvos de hornear sin batir, sólo mezclando hasta que esté toda la harina incorporada. Añadir las avellanas y la chirivía. Bolcar la mezcla en el molde y hornear unos 30-40 minutos. Cuando la punta de un cuchillo que se clava en el centro del bizcocho sale limpia de restos de masa cruda, es que ya está listo. Sacar, dejar enfriar y ¡a mojar!

Si os gusta el bizcocho de zanahoria, éste os va a encantar, porque aunque no lo parezca todas estas verduras son increíblemente dulces. ¿Alguien ha probado un puré de chirivía sin sal? ¡Se podría tomar como postre! Yo también arrugué la naricilla cuando vi la receta y me sorprendió tan gratamente que aquí estoy escribiendo sobre ella.

Si os atrevéis a probar, ya me contaréis. ¡Salud!

11 comentarios:

  1. Por dios, quítame una curiosidad: ¿qué es la chirivía? ¿Hace chiriv(b)itas? ¿Sabes cómo se dice en alemán? Por lo demás siento no poder ayudarte porque los bikinis y yo nos llevamos bastante mal, pero te deseo suerte en la empresa ;).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues la wikipedia explica esto de esa raíz: http://es.wikipedia.org/wiki/Pastinaca_sativa y en alemán se llama Pastinake. En España yo la conocía como la típica raíz para caldo. Espero haberte ayudado :-)

      Eliminar
    2. Ahora SÍ que sé lo que es, incluso la he comido, danke! Un poco sosaina pero versátil.

      Eliminar
  2. Yo no conocía tampoco la chirivía. quizás si la vi alguna vez, en esos kits que venden para caldo, como dices tú, creí que era nabo. Hace muchísimos años que no hago un bizcocho de zanahoria y me tienta volver a intentarlo, o con chirivía (si la encuentro) o incluso con calabacín, que me han dicho que también sale muy rico.

    De la operación bikini, de comprar y de la otra prefiero ni hablar... :/

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los bizcochos con calabacín quedan muy jugosos :-) La verdad es que un buen trozo de bizcocho y a mí se me olvida que tengo que comprar, la operación bikini y todo… ¡besos!

      Eliminar
  3. buf... me siento identificadísima. Odio salir de compras, menos mal que la ropa me dura mil años, porque cuando tengo que encontrar vaqueros nuevos me vuelvo loca. Las tiendas me dan dolor de cabeza, con tanta luz y la música tan alta. Y además en cuanto paso más de 15 minutos en un centro comercial empiezo a marearme. Y nunca encuentro nada que me guste. Y tengo la manía de mirar las etiquetas y en cuanto veo los países de fabricación ya me da cargo de conciencia comprar cualquier cosa. Así que si das con ese bikini avisa!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver qué encuentro… a mí la ropa me dura también eternamente, ¡aún llevo cosas que me ponía cuando iba a la universidad! y de eso hace ya muuuucho, muuucho tiempo :-D

      Eliminar
  4. Yo opto por el nudismo siempre que puedo, porque además de resultarme más cómodo, encontrar un biquini en donde quepa mi parte superior sin salirse a la primera brazada y que la inferior no sea tres tallas más grande es casi misión imposible. Normalmente sacrifico toda estética y cualquier otra cosa por encontrar algo que me valga y punto. Así que tampoco tengo ni idea.
    Sobre las chirivías, yo las descubrí hace relativamente poco porque a mi suegra le encantan y las plantan para comérselas ella sola a puñados. Los bizcochos los tengo un poco atravesados últimamente. Además del cebra que me salió solo la primera vez de cuatro o cinco (ya perdí la cuenta), hice uno de los míticos típicos de yogur con pepitas de chocolate a petición de mi L. y todas las pepitas de fueron al fondo!!!! Resultado: me lo comí todo yo. Creo que no debo salirme de mis bizcochos base con vegetales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El nudismo es la mejor opción, pero este año no es una opción, porque la casita de la playa no está en una playa nudista. Yo soy de la raza del tordo (la cabeza pequeña y el culo gordo), así que podríamos intercambiar la mitad del bikini y al menos ese problema ya no lo tendríamos. Tema bizcochos: para que las pepitas no se vayan al fondo, prueba a pasarlas un poco por harina antes de incorporarlas a la masa, dicen que funciona. Yo las mezclo con los ingredientes secos antes de mezclarlos con los líquidos y también me funciona.

      Eliminar
  5. Yo tiré la toalla con la ropa de baño y con la ropa interior.

    Los zapatos, los encuentro de empresas sostenibles y hasta los compro ecoéticos, una maravilla. Una pasta por cada par, pero son una inversión que dura años, y vale la pena.

    La ropa, he encontrado alguna marca que vende ropa ética, pero muy pocas. Lo más sostenible que encuentro es comprar segunda mano. De esa forma no siento que con cada compra se genera una orden de reposición que lleva a explotar a un menor en Bangladesh. Y además, reutilizar es decrecer.

    Pero ropa interior y bikinis, doy la batalla por perdida... de momento. He localizado tiendas que venden ropa interior fabricada en España, que no es por patriotismo, pero al menos aquí hay derechos laborales (me daría igual que fuera portuguesa o sueca mientras se produzca dignamente) pero casi exclusivamente encuentro sujetadores, braguitas y tangas, de momento nada.

    Y ropa de baño, más de lo mismo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que el tema segunda mano aquí en Viena es una muy buena opción, porque hay muchísimos mercadillos y tienditas. Ya sé que es un tema complicado, por eso pedía ayud ;-) ya me han pasado un par de links, en una siesta de estas, me siento y los miro con calma, si encuentro algo, lo comparto seguro. ¡Gracias por comentar! ¡muacks!

      Eliminar