Estoy completamente de acuerdo con mi colega Vega, yo también me quedo con el tren. En el tren siempre pasan cosas, siempre se vive alguna anécdota, siempre se conoce a alguien interesante.
En mi vida ha habido miles de viajes cotidianos llenos de caras conocidas y pequeñas rutinas, como éstos...
También ha habido otros viajes extraordinarios en los que conocí a personas políglotas y amables que me explicaron la fantástica aventura de su vida, franceses cachondines con los que añoramos juntos al Mediterráneo y cantamos al verano, correctos filósofos que me hicieron partícipe de sus teorías sobre lo público y lo privado, y mujeres menudas, frágiles y tiernas a las que les hubiera dado un achuchón y me las hubiera quedado para siempre en una cajita rellena de algodón.
He hecho viajes tranquilos en buena compañía con un desayuno de Topfentaschen y tormentas silbando en el exterior, y otros han sido trepidantes y llenos de emociones, como aquél en el que volviendo de Girona una loca de por entonces pelo naranja frenó de emergencia el tren por un malentendido.
Y por si a alguien le pasa como a mí, que toma el tren correcto pero se equivoca de dirección y llega a Munich en vez de a Linz, siempre se ha de ir preparado con un kit del ferrocarril. A saber: un libro, un par de frutas y un tentempié como éste...
Palitos de pita y semillas (copiada vilmente de una receta de Jane Clarke)
Ingredientes
4 pitas
un buen chorro de aceite de oliva
sal y pimienta
un par de cucharadas de sésamo
un par de cucharadas de semillas de amapola
Se precalienta el horno a 180ºC. Se parten las pitas a tiras. Se mezcla el aceite con la sal y la pimienta (aquí yo creo que se le podría añadir pimentón, cayena, o las hierbas que se prefieran). Se untan las tiras de pita con el aceite y se espolvorean con las semillas mezcladas. Se ponen las tiras en una bandeja de horno forrada con papel de horno y se meten en el horno unos 10 minutos, o hasta que estén doraditas y crujientes. Se dejan enfriar y se llevan para picar en el próximo viaje.
¡Salud!
Tú de hacerlo lo haces bien, no sólo te vas a otra ciudad sino hasta a otro país! ¿de verdad que paraste un tren con el freno de emergencia?
ResponderEliminar¡Qué ideón! Voy corriendo a comprar el pita.
ResponderEliminarEl Pulgón y yo nos fuimos a Granada en tren (no desde la isla, que no deja de ser incómodo, sino desde Madrid, y nos enamoró sin remedio.
¡Jaja! me identifico al 100% con la chica del anuncio, lástima que en vez de un amable caballero con almohada en ristre me encuentre todos los días con aborrescentes que no hacen más que vocear y soltar gallos ;D
ResponderEliminarLo del libro y la fruta ya lo practico, los palitos me los apunto para el siguiente viaje...
¡Besos!
Yo estoy de acuerdo son más románticos los viajes en tren, claro que en plan tranquilo y de largo recorrido. El último que he hecho ha sido en el AVE Barcelona-Madrid directo y fue una gozada, disfrutamos mucho de los diferentes paisajes y como fue un sábado lluvioso tuvimos de todo, lluvia, sol, relámpagos, arco iris, y unos campos de cereales que parecía una alfombra de diferentes tonalidades de verde.
ResponderEliminarOs quisiera dar un consejo... si cojéis el AVE procurad que os den asientos impares porque los pares no tienen ventanilla... AL TANTO!!! que no es lo mismo .
Ya me olvidaba.... me gusta mucho las fotos que pones en la portada , qué colorido!!!
ResponderEliminarPetonets
Me encanta viajar el tren. Me relaja muchísimo poder escuchar música o leer un buen libro mientras cintemplo el paisaje. Además no tengo reparos en quedarme frita si hace falta ;-)
ResponderEliminarBuen libro el de la foto, es uno de mis preferidos!
Petonet
Noema, en mi defensa tengo que decir:
ResponderEliminara) este país es tan chiquitín, que cuando te quieres dar cuenta ya te has salido. Además, es muy dificil saber si los trenes van o vienen, sobretodo en alemán :(
b) sí, paré el tren pero fue porque una señora berreaba de tal manera que pensé que se había quedado pillada en las puertas. Después resultó (para mi bochorno) que sólo se había dejado al marido en el andén :D
Lego, sí, me imagino que la humedad del tren de la isla a Granada hubiera sido considerable ;)
Ka, en mis viajes tampoco hay caballeros de esos, pero sí que hay revisores que te despiertan "amablemente" :S
Me ha encantado la palabra aborrescente, la incorporo a mi vocabulario básico ya :)
rosalisabel, gracias por el consejillo, lo tendremos en cuenta si algún día tomamos el AVE y gracias por los piropos :)
Boomings, el libro está siendo muy ameno, la verdad. Ya casi lo estoy acabando (jo, qué lenta que soy leyendo, gensanta)
Muchas gracias a todas por comentar. ¡Besos!
Absolutamente de acuerdo con el post de las historias del ferrocarril (llego con retraso, como Renfe). Yo he viajado con guiris simpáticos y borrachos demasiado madrugadores, me he quedado tirada en medio de la estepa invernal de Castilla y de los pinares vallisoletanos a 40 grados. He viajado en el "Orient Express" Lisboa-San Sebastián, protegida por dos guardias que me arroparon por la noche y me invitaron a desayunar en el vagón del interventor (por que era la única persona no sospechosa de asesinato esa noche), con un compañero de litera alemán de 5 años muy divertido, con perros, gatos y faunas exóticas, con una mezzo cantando el Stabat Mater de Pergolesi gratis para todos... El tren siempre es maravilloso... sobre todo ese que va de Munich a Salzburgo, en el que hice mi primer viaje con mi respectivo cuando no sólo no éramos novios, sino que más bien nos llevábamos bastante mal, jugando a la gallinita ciega con toda la EOI de Salamanca en el vagón de los equipajes... Dios, cómo me gusta el tren.
ResponderEliminarAy< Vega, ¡qué razón tienes! Esta semana he ido cada día de Salzburgo a Linz y (aparte de que la ÖBB me pusiera de los nervios con sus retrasos) me acompañó una cantante hipersensible al aire acondicionado que no dejaba de tomar gotas y sopa de un termo(no me ofreció ninguno de sus cánticos, snif), asistí a una sesión de orientación laboral en movimiento y viví la transformación del vagón en una ludoteca rodante :)
ResponderEliminarBesos.
hola Marona, ja fa dies que vaig visitant el teu blog, sempre trobo alguna cosa per llegir, fotos per mirar. Tens unes fotos molt maques.
ResponderEliminarEm fas una enveja, m'agradaria ser en algún lloc de parla alemanya com tu, ja que l'estic estudiant però aqui a Barna no hi ha manera, estic a 4t i com si rés.
Bueno que volia dir-te que t'he linkat al meu blog i que seguiré les teves aventures pensant que potser algun dia jo tindré les meves parlant alemany a alemanya.
Petons
Hola MÒNICA, mòltes gràcies per dir-me aquestes coses tan boniques. La veritat que això de l'enveja és recíproc, he vist el teu viatge a Mèxic, l'energia que tens per fer pans i masses, i el teu hortet urbà!!!!! i m'has fet molta enveja... potser algun dia ens podriem intercanviar ;)
ResponderEliminarEns llegim per aquí!