A veces se tiene que escoger entre vivir la vida o fotografiarla, o lo que es lo mismo, no se puede estar en misa y repicando. Muchos momentos geniales de nuestro viaje a Viena los he podido registrar en mi
diario de viaje fotográfico, pero la sonrisa más bonita de Viena, los juegos más divertidos y las conversaciones más interesantes (ante un plato de hummus o un bocadillo de pollo volador) simplemente los he disfrutado.
Hay momentos en los que expresamente dejo mi cámara a un lado y pongo todos mis sentidos en el aquí y ahora, como cuando me siento en
un pequeño local que pasa casi desapercibido en compañía inmejorable ante una cena reparadora con la que soñaba desde hace tiempo.
Hace tiempo que me di cuenta de que la combinación de sushi y ensalada me iba genial para ver desaparecer el cansancio de turistear por una ciudad, devolverme el buen humor y no necesitar una siesta, así que cuando vi la ensalada-sushi que me sirvieron en el pequeño bar Suk fui literalmente feliz: arroz pegajoso y aún tibio, lonchas carnosas de pescado y verduritas crujientes. La salsa picante estilo ketchup estaba buena, pero no me acabó de convencer, por eso en mi versión la he cambiado por una vinagreta más a mi gusto.
Aviso que esta ensalada-sushi está llenita de ingredientes rarunos (¡qué novedad! jajajaja), pero os prometo que vale la pena una excursioncilla al supermercado oriental o a la sección de exóticos. Además, el resultado mejora una barbaridad cuando uno se pone en modo "pongo-atención-a-los-detalles-y-lo-preparo-todo-con-cariño" ;-) Si la probáis, ya me diréis...
Ensalada-sushi
Ingredientes (para dos)
250 gr. de arroz para sushi
medio calabacín verde y medio amarillo (o uno pequeño)
una zanahoria
medio aguacate
zumo de limón
un filete de atún y otro de salmón, sin espinas ni piel
para la vinagreta:
media cucharadita de pasta de wasabi
unas gotas de aceite de sésamo
tres cucharadas de aceite de sabor neutro
tres cucharadas de salsa de soja
una cucharada de vinagre de vino de arroz
una cucharadita de azúcar
para decorar:
una lámina de alga nori
un puñado de semillas de sésamo tostadas
mezcla de especias shichimi togarashi al gusto
Se cuece el arroz de sushi como indique el paquete, yo lo hice como indica
este libro. Mientras se deja enfriar el arroz, se cortan las verduras a bastoncitos de unos 3 ó 4 centímetros de longitud y un par de milímetros de grosor. Se riega el aguacate con limón para que no se ennegrezca. Se corta el pescado a láminas (yo lo corté en cuadrados de unos 3 ó 4 centímetros de lado). Preparar la vinagreta mezclando bien todos los ingredientes y montar el plato.
En cuencos se pone el arroz enfriado (a mí me gusta un poco tibio), se añade un poco de la vinagreta y se colocan primorosamente las verduritas y el pescado encima. Se decora con el alga nori bien picada, sésamo tostado y la mezcla de especias shichimi togarashi (de la cual soy totalmente adicta) al gusto. Se sirve con el resto de la vinagreta, salsa de soja y las especias para que cada cual lo sazone a su gusto.
El día que la hice en casa eché de menos haber preparado un té verde para acompañarla, así que la próxima vez que la haga me voy a preparar el
té verde con arroz tostado que siempre me pido cuando voy a comer sushi.
Hoy es primero de septiembre, así que es el momento de acabar los proyectos de verano y empezar con los de otoño. Hoy se cierran en
La Vuelta a Mundo los cuadernos de viaje y próximamente os explico más sobre lo que planeo este otoño. ¿A vosotros, qué os gustaría hacer?
¡Salud!