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domingo, 22 de enero de 2012

Almuerzo para uno

Un simple almuerzo para mí sola y para el grupo "Una porción y media" (toda una inspiración): mezcla de cereales hervidos (avena, arroz integral, cebada...), grelos salteados y huevo cocido. De postre: dulce de membrillo casero y queso fresco.

lunch on film (+1)

La bebida es un zumo de uva rebajado al 50% con agua. Recuerdo la primera vez que vi a un alemán mezclar el zumo con agua para dárselo a su niño. Lo primero que pensé es que era un sistema para ahorrar, pero una vez visto que en todas partes sirven el zumo "puro" o "gespritzt/schorle" (mezclado con agua) empecé a pensar que era una costumbre de lo más normal.

Actualmente yo misma tomo el zumo así y los zumos "puros" me parecen demasiado dulces. ¿Es esto lo que se llama "síndrome de Estocolmo"? ;-P

¡Salud!

jueves, 1 de septiembre de 2011

Cosas que aprendí en Viena (III)

A veces se tiene que escoger entre vivir la vida o fotografiarla, o lo que es lo mismo, no se puede estar en misa y repicando. Muchos momentos geniales de nuestro viaje a Viena los he podido registrar en mi diario de viaje fotográfico, pero la sonrisa más bonita de Viena, los juegos más divertidos y las conversaciones más interesantes (ante un plato de hummus o un bocadillo de pollo volador) simplemente los he disfrutado.

Hay momentos en los que expresamente dejo mi cámara a un lado y pongo todos mis sentidos en el aquí y ahora, como cuando me siento en un pequeño local que pasa casi desapercibido en compañía inmejorable ante una cena reparadora con la que soñaba desde hace tiempo.

Hace tiempo que me di cuenta de que la combinación de sushi y ensalada me iba genial para ver desaparecer el cansancio de turistear por una ciudad, devolverme el buen humor y no necesitar una siesta, así que cuando vi la ensalada-sushi que me sirvieron en el pequeño bar Suk fui literalmente feliz: arroz pegajoso y aún tibio, lonchas carnosas de pescado y verduritas crujientes. La salsa picante estilo ketchup estaba buena, pero no me acabó de convencer, por eso en mi versión la he cambiado por una vinagreta más a mi gusto.

Aviso que esta ensalada-sushi está llenita de ingredientes rarunos (¡qué novedad! jajajaja), pero os prometo que vale la pena una excursioncilla al supermercado oriental o a la sección de exóticos. Además, el resultado mejora una barbaridad cuando uno se pone en modo "pongo-atención-a-los-detalles-y-lo-preparo-todo-con-cariño" ;-) Si la probáis, ya me diréis...

Ensalada-sushi



Ingredientes (para dos)

250 gr. de arroz para sushi
medio calabacín verde y medio amarillo (o uno pequeño)
una zanahoria
medio aguacate
zumo de limón
un filete de atún y otro de salmón, sin espinas ni piel

para la vinagreta:
media cucharadita de pasta de wasabi
unas gotas de aceite de sésamo
tres cucharadas de aceite de sabor neutro
tres cucharadas de salsa de soja
una cucharada de vinagre de vino de arroz
una cucharadita de azúcar

para decorar:
una lámina de alga nori
un puñado de semillas de sésamo tostadas
mezcla de especias shichimi togarashi al gusto

Se cuece el arroz de sushi como indique el paquete, yo lo hice como indica este libro. Mientras se deja enfriar el arroz, se cortan las verduras a bastoncitos de unos 3 ó 4 centímetros de longitud y un par de milímetros de grosor. Se riega el aguacate con limón para que no se ennegrezca. Se corta el pescado a láminas (yo lo corté en cuadrados de unos 3 ó 4 centímetros de lado). Preparar la vinagreta mezclando bien todos los ingredientes y montar el plato.
En cuencos se pone el arroz enfriado (a mí me gusta un poco tibio), se añade un poco de la vinagreta y se colocan primorosamente las verduritas y el pescado encima. Se decora con el alga nori bien picada, sésamo tostado y la mezcla de especias shichimi togarashi (de la cual soy totalmente adicta) al gusto. Se sirve con el resto de la vinagreta, salsa de soja y las especias para que cada cual lo sazone a su gusto.

El día que la hice en casa eché de menos haber preparado un té verde para acompañarla, así que la próxima vez que la haga me voy a preparar el té verde con arroz tostado que siempre me pido cuando voy a comer sushi.

Hoy es primero de septiembre, así que es el momento de acabar los proyectos de verano y empezar con los de otoño. Hoy se cierran en La Vuelta a Mundo los cuadernos de viaje y próximamente os explico más sobre lo que planeo este otoño. ¿A vosotros, qué os gustaría hacer?

¡Salud!

domingo, 13 de marzo de 2011

Boys night out...

Cuando los chicos salen, las chicas se quedan en casa. Se ponen el pijama de felpa, una comedia romántica y se preparan un tazón de arroz con leche calentito con una onza de chocolate fundiéndose dentro. Entonces, ya debajo de la manta y cuando en la pantalla la gente ya se está empezando a besar, se mete la cuchara dentro del arroz cremoso y el chocolate se disuelve...


Arroz con leche sin enfriar


Boys night out...

Ingredientes (para tres tazones)

100 gr. de arroz
medio litro de leche
la piel de un limón
media taza de nata líquida
dos cucharadas de azúcar de vainilla
chocolate al gusto (el mío era de 85% cacao)

Se lava el arroz en agua fría y se pone en una cazuela con la leche y la piel de limón. Se cuece a fuego bajo hasta que esté tierno (unos 20 minutos) removiendo a menudo para que no se pegue. Al final se le añade la nata líquida y el azúcar y se deja unos minutos más hasta que vuelva a espesar un poco. Se pone en unos tazones y se le añade un trozo de chocolate.

Las cantidades estan pensadas para tomarlo en caliente, si se quiere dejar enfriar, es mejor ponerle más leche porque espesará bastante (doy fe).
Por cierto, ¿a alguien más le decían de pequeño/a que el arroz con leche caliente hacía mal a la tripa? Yo todavía no he notado nada...

¡Salud!

martes, 18 de noviembre de 2008

Preludio

Llego a la escuela con tiempo suficiente. Me preparo para la clase... vamos a ver... hoy vamos a hablar de Romy Schneider y de Michelle Obama, repasaremos los números y los colores y empezaremos mi vocabulario favorito del primer nivel: el café.

Pasan cinco, diez, quince minutos y nadie llega. Una colega telefonea a la alumna que se ha olvidado de llamar para que confirme que no va a venir, que es tut ihr sehr Leid pero que el jueves Dios dirá...

Parece que hoy se ha adelantado Nikolaus y me ha dejado un detallito: una hora y media libre para pasear por la ciudad a dos días de la apertura del Christkindlmarkt.

Así que salgo de la escuela, me calo la gorra (que estamos a 6 graditos) y en vez de tirar a la izquierda, tiro a la derecha con calma, saboreando el fresco (el frío viene cuando bajamos de cero) y los escaparates. Llego al Alten Markt y me avituallo de castañas que hacen las veces de guantes. Me quedo un rato embobada delante de la decoración perfecta, roja, de fieltro, renos y manteles a cuadros.

Esquivo la tentación y giro por la Goldgasse. La callejuela está tranquila, oscura. Los escaparates relucen con cosas antiguas, artesanales y deliciosas. Algunos de los dependientes ya están cerrando, otros toman una taza de té con la mirada cansada, otros están acabando de poner el espumillón plateado en la puerta del negocio.

Llego a la Residenzplatz y allí ya se colma el ambiente de Vorfreude. Los puestos del mercadillo están preparando la mercancía y más allá, en la Mozartplatz, los primeros impacientes ya se han lanzado a la pista de hielo a ritmo de disco setentero mientras sus hermanos mayores disfrutan del primer Punsch de la temporada.

Vuelvo rápido por el río, me paro a comprarme unos calcetines gordos y voy a casa a prepararme un bol del mejor arroz del mundo mundial para cenar...

El mejor arroz del mundo mundial (copiado vilmente del de Nigel Slater)

arroz

Ingredientes (para dos)
una cebolla pequeña
aceite vegetal
dos ajos enteros y pelados
un par de cápsulas de cardamomo un poco estrujadas
un par de clavos
una ramita de canela
una guindilla seca
una taza de arroz basmati

Se pocha la cebolla cortada pequeña en el aceite con las especias. Se añade el arroz, el doble de agua y sal. Cuando arranca a hervir se baja el fuego y se tapa la cazuela. Cuando quede la mitad del tiempo de cocción del arroz, se apaga el fuego y se deja tapado para que se acabe de hacer.

Se sirve acompañado de lo que se quiera, hoy ha sido un salteado de brócoli y pechuga de pollo con salsa de ostras, limón, sambal, jengibre, ajo, salsa de soja y sésamo. Pero sólo está riquísimo, a pesar de tener que ir pescando las especias. Ya se sabe, quien más recoge... ¡tiene premio, oiga!

Y el jueves... es geht los! ¡Revivaaaa!

¡Salud!