Quizás me esté haciendo mayor y reaccionaria pero cada vez veo los límites más necesarios. Para una persona poner límites es definirse y reafirmar su personalidad, pero creo que ocurre exactamente igual con un negocio, un proyecto o una ciudad. Si no se delimita lo que se es, lo que se hace, lo que se quiere, uno se va haciendo borroso y acaba siendo irreconocible.
Salzburgo no es una excepción. La ciudad va cediendo a ciertas demandas y se va difuminando, volviéndose un mero reflejo del tópico de la ciudad que fue, convirtiéndose en un borrón.
Desde septiembre ya no existe la centenaria librería Mora con su crujir de madera vieja. En su lugar hay ahora una aséptica inmobiliaria de lujo, para hacer la ciudad aún más cara y más inhabitable.
Ya no se puede uno pasar las tardes de lluvia en el Bio Stop, saboreando pasteles caseros y sorbiendo uno de los mejores cafés del mundo mundial. Ahora sólo hay bombones de Mozart, postales y café rápido para tomar por el camino.
Nunca más podré volver a entrar a admirar o comprar mi cerámica preferida, y menos aún escuchar las geniales explicaciones que hacía su vendedora. En esa esquina, en vez de esas bellezas azules y tranquilidad, ahora venden a berridos desde un altavoz unas zapatillas milagrosas.
Además de que nuestros inviernos se volverán mucho más aburridos sin la Filmgalerie.
Ante todos estos cambios y pérdidas de personalidad, yo me resisto y sigo comprando el queso en la mini apestosa Kaslochl, me empeño en disfrutar horas en la tiendita de Sardaana, espero con paciencia a que lleguen las pelis al Das Kino y boicoteo alguna cadena de comida que se empeña en que la ciudad se haga cada vez más borrosa, haciendo una versión casera de su sopa aglutamatada.
Sopa de manzanas y castañas
Ingredientes (para dos)
una cebolla
una rama de apio
una zanahoria
dos manzanas
100 gramos de castañas peladas y cocidas
caldo vegetal para cubrir
Se pican las verduras y se pochan en una cazuela. Se añaden las manzanas peladas y troceadas, se cubre todo con el caldo, se deja cocer unos 20 minutos, se añaden las castañas, se tritura todo hasta que quede una crema suave y se come con un buen pan.
Y si queréis ver lo que los participantes de La Vuelta al Mundo han logrado este mes de febrero girando la rueda del foco hacia el otro lado, os podéis pasar por el mural del grupo o por el blog de Jackie.
¡Salud!
Me han gustado todas tus fotos de desenfoque.
ResponderEliminarLo que me ha dejado pensando es lo de la sopa de manzana ... mmmm no se ....
:)
Ay Marona...casi todo el mundo esta desenfocado...aquí donde vivo pasa lo mismo, las tiendas de toda la vida...bufff no se cuantas han cerrado...pero yo, como tu, me resisto y sigo comprando el queso en la ienda de siempre y los libros en una librería de siempre (es ya la única) y......mira esta cremita seguro nos reconforta de todas estas pérdidas.....el pan también es de tu cosecha???
ResponderEliminarpetonets
Pues no tenéis más que pasar por la Gran Vía de Madrid y ver cómo las grandes cadenas de ropas se hacen con los mejores locales, ocupados antaños por cines y teatros...
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada, las fotos difuminadas expresan a las mil maravillas esa falta de foco que nos asedia por todos lasdos.
Fantástica receta.
María
la primera es una pasada. Me gusta tu post. Bss
ResponderEliminarQué pena me da lo que cuentas, aunque como dice Núria es lo normal en muchas ciudades. Lo peor es que es culpa de todos, cada vez que compramos algo es un acto responsable, y está claro que algo hacemos mal. Al menos hay que tener un poco de optimismo, yo veo cerrar muchas tiendas pero también abren cada día pequeños nuevos sitios preciosos, a ver si entre todos hacemos que éstos duren...
ResponderEliminarPrecisas fotos, aquneu estén desenfocadas...
B*
A mí también me encantan las ciudades con alma, pero parece que todas la van perdiendo poco a poco con tanta globalización.
ResponderEliminarDe todas maneras, a veces, surgen tiendecitas nuevas que nos sacan una sonrisa (hoy yo he encontrado una)
Me encantan tus fotos, sobre todo la primera
Conchi
Uff! La sopa hizo que se me aguara la boca!
ResponderEliminarQué buenas las fotos!
Qué buenas palabras.
Un abrazo!
Me gusta mucho tu blog, que decir de las ciudes, cada vez se desdibujan más
ResponderEliminarque maravilla de blur!
ResponderEliminary esa sopita de castañas tiene una pinta increible!
besitos
¡¡Apoyo la moción!!
ResponderEliminarMe da mucha rabia que desaparezcan tiendas de toda la vida y se llenen de ****.
Es verdad que todos deberíamos volver a la tienda pequeña donde el vendedor sabe de que habla, te aconseja...
¡Viva la diferencia!
Saludos
Mar, no te estás haciendo una reaccionaria, sino una persona observadora y que valora las cosas cálidas, amables y de buen gusto. Algunas personas quieren convertir nuestras cudadades y pueblos en sitios despersonalizados, iguales unos a otros, fabricados en serie... Es lo que les gusta.
ResponderEliminarTú sigue sin ser borrosa.
Un besote
Es curioso pero esa imagen "desdibujada" de la ciudad de Salzburgo siempre la he tenido. No sé, siempre he ido de visita o bien a enseñarla o a visitar a amigos y de cada vez atasco para entrar, problemas para dejar el coche, muchos turistas, paseos constantemente detenidos a la espera de no colarte en foto ajena, y... bolas de Mozart por todas partes y grandes colas en un callejón para tomarte un Bosna...
ResponderEliminarLa primera vez iba con la cabeza llena de pájaros. Había leído hacía poco una biografía de Mozart y su flauta mágica me tenía embrujada. Además, alunicé en sus calles en pleno festival y dos cosas me dejaron noqueada: una pareja de japoneses cada uno con un cartel que rezaba "compro entradas para concierto de apertura. No importa precio" y otra pareja en coche de caballos, ella de largo -raso celeste para más señas- con melena enrrulada y rosa roja en la mano; él con frac y bufanda blanca y, por un momento juraría que un pequeño tufillo a naftalina se me coló por la nariz... así que entre bolas de naftalina y trufas de mazapán mi Papageno se fue desdibujando... yo me lo imaginaba de otro corte -tal vez de ese Salzburgo que tú has vivido y yo no llegué a conocer- ... y cuando menos, nunca imaginé que al pensar en la ciudad de Salzburgo -con lo bella que es- evocaría melenas enlacadas y bolas de chocolate y antipolillas...
Uhmmm...
potser sí que ens fem una mica grans però si més no valorem les petites coses que alhora les fan grans... preciós post, fotos desenfocades com la ciutat on vivim... Barcelona cada dia ho està una mica més, però jo, com tu, segueixo resistint-me a no valorar la xerrada amb la noia del mercat de la parada ecològica, l'olor dels llibres en aquella llibreria on t'hi estaries hores voltant o el raig de sol que entra a través del rainbow maker i et dibuixa un arc-iris desenfocat dins teu...
ResponderEliminaruna visió d Salzburg bonica i plena de poesia visual! un post dolç i un pèl amarg alhora!
...ens veiem per Sant Jordi entre l'olor de llibres i roses!
Quines fotos més maques, Mar! I el text és també preciós. La veritat és que, últimament, quan les coses canvien moltes vegades són per anar a pitjor...
ResponderEliminarQuina pena no haber llegit aquest post quan vaig estar a Salzburg per cap d'any, em vaig perdre tots els racons que recomanes. Potser la propera vegada!
Bon cap de setmana!
Me gusta cuando me encuentro casi casualmente con blogs buenos como el tuyo. Ya mismo te estoy siguiendo. Te invito a dar una vuelta por el mio
ResponderEliminarhttp://allmyhappiness.blogspot.com
giozi, pues tú te lo pierdes, porque estaba divina :-P ¡gracias por pasarte!
ResponderEliminarNúria, ains, ¡hace siglos que no hago pan! Mi problema es que aquí el pan es tan rico en las panaderías que me da mucha pereza ponerme a hacerlo yo misma... :-)
María, lo de los cines es para rellenar páginas y páginas... realmente están en peligro de extinción.
luisa, gracias :-)
epa!, muchas veces, cuando la gente se queja de lo malo que es el pan, o las frutas, o lo que sea, soy muy cruel y siempre digo que cada uno en el fondo tiene lo que se merece. Todo el mundo se queja de que cierran los mercados pero claro, en el supermercado todo es más barato...
Conchi, es curioso porque hay como una especie de separación entre "la ciudad turística" y la "ciudad de verdad" y aquí en Salzburgo la primera cada vez avanza más y la otra se queda en un rinconcito.
pat, ¡gracias! Me alegro de qu ete guste.
Anónimo, pues muchas gracias.
Ivana, es muy reconfortante y siente mucho mejor que la versión llena de glutamato que venden por ahí.
María, y también pasa con tiendas que aunque no son tiendas de las de "toda la vida" tienen alma, algo original y bueno que ofrecer y no bombones prefabricados.
Laube, ains, gracias... no es que esté en contra del cambio, siempre que el cambio sea para bien y no una nueva tienda de souvenirs baratos :-(
Maite, creo que el olor a naftalina es característico de Salzburgo. Muchas veces me da la impresión que intentan con tanto ahínco mantener la ciudad para los turistas que se olvidan de que es una ciudad habitada y cada vez se va volviendo más inhabitable. Para mí hay dos épocas terroríficas: el Festival y el Adviento (aunque éste me encanta, preferiría que las hordas de turistas no bloquearan la ciudad)
Iehudit, em sembla que és un mal que pateixen totes les ciutats turístiques del món. Es com si les féssin "al gust dels turistes" i així perden tota la seva autenticitat... però en el fons és el que sembla que els turistes busquen... és extrany... petonets i fins ben aviadet! (iuhuuu!)
Irene, la propera vegada t'hi porto jo ;-) Petons!
Georgi, gracias :-)
¡Muchas gracias por pasaros y por comentar! ¡un abrazo gordo!
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ResponderEliminarNena, m'està agafant una gana mentres busco la de carbassa amb espècies que no veas.... (aquesta me la guardo, que aprofitarem que la castanyera corre per aquí i m'estalvio la feina de torrar-les) :)
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