Sí, amigos, lo he podido comprobar este fin de semana. Cuantas más cosas le pones dentro, más se estira.
Te pasas todo el fin de semana en el sofá viendo capítulos antiguos de Friends, levantándote sólo para comer y otras necesidades básicas y cuando llega el domingo, miras atrás y el fin de semana se ha pasado en un tris.
Cuando el fin de semana tiene excursiones, visitas, salidas a comer, experimentos en la cocina... parece que se haya estirado y que haya sido muy largo. Al menos es la sensación que yo tengo. (Lo sé, eso de la sensación no debe contar como método científico, pero a mi me vale, oyes)
Este fin de semana ha sido talmente como una goma de pollo elástica. Hemos hecho bastantes cosas, y ayer nos parecía que había sido largo y aprovechado.
El sábado tocó desayuno en un café. El desayuno de fin de semana o el brunch es en Salzburg una institución más moderna pero casi tan importante como el Kaffee und Kuchen (café y pastel) de las 4 de la tarde. Todos los cafés y las confiterías ofrecen desayunos variados, que van de los más sencillitos (croissant y café) a los más completos (con huevos, Sekt, ensaladas de frutas...). Es una práctica que me encanta y que se debería implementar en todos los países de Europa, incluido España. Vas a desayunar a las 11 o 12, te pides el desayuno más grande y te estas dos horas comiendo, charlando, leyendo el periódico o escuchando música clásica en directo si tienes suerte. Cuando sales, ya has comido y (casi) merendado.
Como el Café Classic, uno de nuestros cafés favoritos, cumplía 7 años el 7/7/2007, hacían una oferta de un desayuno con 7 cosas a 7.70 euros y allá que nos fuimos (sólo nos faltaban los 7 enanitos para tener el día completo).
Esto es lo que nos pusieron para desayunar.
Había muesli con frutas (tengo que descubrir cómo lo hacen para que les quede tan cremoso), zumo de frutas recién exprimido, una cesta con panes de diferentes tipos (de cereales, de centeno, de Viena, de leche con pasas), un platito con jamón y quesos de calidad, otro con mantequilla, mermelada y miel, una copa de Sekt (el cava de aquí) para brindar a la salud del aniversario y un capuccino.
Después de desayunar y leer el periódico, fuimos a hacer fotos de la Unite Parade de Salzburg. Pero mejor no las pongo, porque la verdad, es que no valió nada la pena (o daba un poco de pena, como se prefiera).
Cuando llegamos a casa, me puse a acabar la versión 1.1 del pan de levadura natural.
Esta vez hice una mezcla de harina de trigo y harina de espelta blanca (mitad y mitad, en la cantidad de harina de la masa final). Fue estupendo. La harina de espelta parece más gruesa que la de trigo, como más seca. Pero me pareció que absorbía menos agua que la de trigo. La masa quedó suave y fantástica para trabajar y el pan una vez horneado estaba delicioso, con una miga maravillosa. Me salieron dos barritas como de cuarto y una hogaza redonda de medio. Un pan riquísimo, y no es amor de madre, que el Tonisito también lo dice.
Para rematar el fin de semana y demostrar el título del post, viajamos no sólo en el espacio, sino también en el tiempo. El domingo visitamos el castillo Burg Hohenwerfen donde hacían una feria medieval (que dejaba bastante que desear, la verdad) y un espectáculo de aves rapaces ALUCINANTE. Os dejo con las fotos que hizo mi amigo Félix particular que son para quedarse de piedra delante de la pantalla.
¡Salud!
Nosotros también hemos tenido un fin de semana intenso con pan casero incluido ; )
ResponderEliminarEl desayuno tiene una pinta escandalosa así como las fotos de tu amigo Félix.
Fantásticas fotos, parece que estas ahí mismo viendo el espectáculo de cerca.
ResponderEliminarEl tiempo, ademas de una goma (como muy bien dices) es relativo...ya que a mi me pones a ver capitulos de Friends y me pareceria ETEEEEEEEEEERNO :D
ResponderEliminarPero bueno, mas en serio, las fotos esas son alucinantes, la verdad...y simplemente la que tienes tu del castillo entre las montañas es un flipe.
Y la espelta...mmmm que rica, tiene un sabor tan especial, a que si? como mas dulzon y anuezado... que buena...
milcolores, ya he visto tu fin de semana... sí que ha sido productivo, sí... ;-)
ResponderEliminarmargarida, gracias por los piropos se los pasaré al Tonisito que seguro que le hacen ilusión.
ibán, yo es que soy freak en muchos sentidos, sobretodo en lo que TV se refiere. Hemos decidido volver a visitar el castillo en otoño, los colores deben ser de morirte de gusto. Y qué decir de la espelta, me encanta ese toque "nutty" :-). La próxima vez, a por el centeno...
Besos a todos!
Hola!
ResponderEliminarMuchas gracias a todos los que me habéis visitado. Me alegro que las fotos os hayan gustado. En realidad fue más una cuestión de fuerza que de maña, de entre las más de 300 fotos (!!) que disparé, alguna buena tenía que salir! :)
Un abrazo!