domingo, 7 de diciembre de 2008

Hildegard

Hace tiempo que quería hablaros de ella. Se llama Hildegard y tiene un puesto en el mercado. Bueno, puesto... es un pequeño tablero donde expone sus productos caseros: pasteles, knödeln, huevos, topfen y hierbas aromáticas.
Es una señora mayor, alta y delgada que viste un pañuelo para tapar las canas y tiene la sonrisa más dulce de todo el mercado.

Cuando llega la primavera y no tenemos tiempo de ir a recoger Bärlauch, es a ella a quien se lo compramos y en invierno tiene unas nueces minúsculas y sabrosísimas.

Yo creo que es la reencarnación de la otra Hildegard, la abadesa pionera en la medicina y famosa por sus sopas, infusiones y ungüentos curativos. Lo veo en su mirada serena y la ternura de sus palabras cuando me da consejos, recetas o bonitos saludos.

Zimtsterne

La infusión de hoy es el Hildegard Harmonie-Tee (citronela, hinojo, escaramujo, trozos de membrillo, regaliz, anís, cilantro, galagant, trébol) y está acompañada de unas galletitas tradicionales de adviento sin colesterol y con muuuucho azúcar :), unas Zimtsterne caseritas, la receta, igual que el año pasado.

Importante: no se deben dejar las galletas sin tapar, que al día siguiente se quedan muy secas y duras, aix... lo mejor, una latita de esas con renos de colores.

¡Feliz merienda!

13 comentarios:

  1. Quina recepta més bona de galetes, i quin té mé bo.
    La tassa és molt xula, molt nadalenca. Ai Marona, quines fotos més estupendes.

    ResponderEliminar
  2. Com m'agradaria conèixer a aquesta senyora...m'agrada escoltar a la gent gran, els seus consells i si són culinaris s'ha d'agafar llibreta, em quedaria hores...
    Un petó

    ResponderEliminar
  3. Aaah, Zimtsterne!! Es oler una de esas galletas y automáticamente me traslado a la Navidad :D
    Este año las haré caseras, espero que me salgan decentes ^^U

    Besos!

    ResponderEliminar
  4. Ando yo leyendo sobre Hildegard... la de Bingen, curioso ;-D
    Me llevo una estrella de canela, o dos... que me espera una semana durilla. ¡Besos!

    ResponderEliminar
  5. Esta mezcla de esa infusión que seguro que además de deliciosa, deja un olor maravilloso... y acompañada de esas galletas "sin gluten", que tendremos que preparar con toda seguridad... ¡magnifica merienda!

    Besotes,

    Ana y Víctor

    ResponderEliminar
  6. Qué gustazo de infusión y de galletas, no sé qué es mejor.Un post preciosos, de Hildegard Von Binguen lo que más me gusta son sus composiciones musicales, son maravillosas.
    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Aix, Marona... Me encanta leerte. Y me chiflan tus fotos.

    Un besote!

    ResponderEliminar
  8. Queda una estrellita para mí, aunque esté dura?, más que para comérmela es para ponérmela encima de la cabeza a ver si se me contagia su magia y lo que está por venir se hace menos duro. Me encanta venir por aquí Marona, siempre tienes cosas bonitas que contarnos y si no son bonitas tú las haces especiales.
    Un abrazo.
    Ana

    ResponderEliminar
  9. Hace días que me paseo por este post, robo una estrellita, me voy a buscar información sobre Hildegard (la de Bingen, claro), vuelvo, sorbito de té, y a buscar más sobre el té, y descubrir que el Süßholz es el regaliz, o que el Lakritz es un tipo de Süßholz, y vuelvo por acá y con otra galletita me voy a ver la receta...
    Y en todo esto me doy cuenta que no te he dejado ni un gracias. Así que ahora sí, gracias, por los momentos de relax y descubrimiento. :)
    Muchos saludos,
    Marcela

    ResponderEliminar
  10. La cuina vermella, la tassa va ser un regal molt especial i és la que faig servir només en aquesta època, que si no perd el seu significat :)

    Mònica, aquesta senyora és un encant i tot paciència, tenint en compte el meu nivell d'alemany...

    Akane, yo este año he probado varias de estas galletas compradas, y algunas con mazapán en la masa me han gustado mucho... el año que viene las pruebo, jejejeje

    Noema, claro, claro, que estas galletas se hacen para compartir... pero guárdalas bien, no sea que se te queden como una piedra ;)

    Ana y Víctor, me encantan estas galletas porque (exceptuando la cantidad industrial de azúcar) son bastante sanitas y las pueden comer celíacos y gente con el colesterol alto.

    CRIS, gracias, gracias... me pongo colorá... uish

    Truja-chan, ya sabes que es mutuo, un abrazo.

    Ana, claro que queda una estrella para ti... están un poco duritas pero si tienes buena dentadura no pasa nada :D:D:D o si no, las remojas en la infusión y listo. Un abrazo de gigante.

    Muchas gracias por pasar por aquí. ¡Besos!

    ResponderEliminar
  11. Marcela, ¡que nos hemos cruzado! No te preocupes, tú entra y sal todo lo que quieras... que para eso están las galletas aquí, para que las vayáis comiendo poco a poco entre todos. Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Leyendo tu post me he acordado del hombre al que le compraba las verduras en el mercado de Lyon. Un señor mayor que en invierno, como no había lechugas, vendía "salad du chef", una mezcla de lo que aquí consideramos "malas hierbas", entre ellas diente de león, que recogía del campo por la mañana. Llegaba con las manos todavía manchadas de tierra, con zanahorias de forma tortuosa, con topinambours y calabazas. Cómo lo echo de menos, ¿por qué aquí (en españa) es difícil encontrar esos mercados?

    ResponderEliminar
  13. Ajonjolí, durante una época en el mercado del barrio de Sant Andreu de Barcelona también había gente así, ahora ya es más difícil encontrarlos... aix... yo tampoco sé por qué cada vez nos estamos separando más de la vida del campo, de la naturaleza... sobretodo en las grandes ciudades... aix...

    ResponderEliminar